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El pasado, de Asghar Farhadi, ha sido reconocida como una de las mejores películas francesas de los últimos años. Bérénice Bejos (El artista) es la protagonista.

CINE

El Pasado

Este melodrama cuyos contornos se revelan lenta y tensionantemente se centra en la familia extendida de una mujer en proceso de reconstruir su vida emocional.

Manuel Kalmanovitz G.
6 de septiembre de 2014

Título original: Le passé
Año: 2013
País: Francia
Director: Asghar Farhadi
Guion: Asghar Farhadi
Actores: Bérénice Bejos, Ali Mosaffa, Tahar Ramin
Duración: 130 min

Asghar Farhadi, el director iraní de esta película, es un maestro para dosificar la información. Tanto en su película anterior (Una separación) como en esta estamos ante un tipo tan hábil como esos estafadores callejeros que hacen mover una bolita de espuma entre pocillos de acero, sin que nadie del público acierte a decir dónde terminó. 

En los primeros 15 minutos de El pasado vemos a Marie (Bérénice Bejos) recoger a Ahmed (Ali Mosaffa) en el aeropuerto y luego irse con él en auto sin que nos enteremos quiénes son, qué quieren o qué lazos los unen. Sabemos que están empapados por la lluvia, que ella tiene una muñeca adolorida y que él acaba de llegar. Su forma de relacionarse deja ver que son cercanos o que lo fueron, pero es una de las cosas que se revelan a cuentagotas. 

A cambio de esta información, que la mayoría de películas considera fundamental y que se despacha lo más discreta y rápidamente en los primeros minutos, lo que presenciamos es un desorientador duelo emocional de baja intensidad. Como espectadores, lo único que nos queda es tratar de adivinar el trasfondo —como trata uno de adivinar dónde está la bolita— de lo que vemos: ¿qué quiere decir ella con que decidió no reservarle un hotel creyendo que era posible que él volviera a cancelar el viaje?
La tensión que logra Farhadi está, además de controlar el flujo de información, en poner a sus personajes en situaciones moralmente complejas imposibles de solucionar limpiamente: siempre alguien resulta salpicado con algo horrendo.

Cuando eventualmente queda claro lo que sucede es algo así: Ahmed es el segundo esposo de Marie, que tiene dos hijas de un matrimonio anterior, y ha llegado a verla para firmar los papeles del divorcio. Marie ahora vive con Samir (Tahar Ramin) y con su hijo Fouad (una actuación verdaderamente sobresaliente de Elyes Aguis, o “inolvidable” como dicen tan inflacionariamente las propagandas, aunque en este caso aplica). 

Farhadi explora inclementemente las pequeñas y grandes tensiones de esta extraña familia extendida, logrando momentos de una incomodidad tan profunda que raya en humor negro. En un momento dado, por ejemplo, los dos hombres de Marie se quedan sentados frente a frente en la mesa del comedor, negándose a mirarse mutuamente, durante un interminable e inquietante minuto.

Las relaciones entre Ahmad y Marie, y Ahmad y las niñas, son el centro emocional de buena parte de la película, pero el control y la atención con la que ha conducido a sus personajes durante tres cuartas partes de El pasado, se le escapa de las manos a Farhadi en el cuarto final, que resulta comparativamente gratuito e insatisfactorio.

Toda la resonancia emocional que había logrado sacar de sus personajes y de la incómoda situación termina echada por la borda en una resolución donde el entramado de amores y odios que tan bien había dibujado resulta de poca importancia. Es un mal menor. A pesar del desenlace, El pasado es una montaña rusa con una gran riqueza moral y emocional. 

Cartelera **** Excelente  ***½ Muy buena   *** Buena   **½ Aceptable  ** Regular  * Mala

Chef ** ½

Película simpática pero incoherente, sobre un chef que deja la seguridad de un restaurante prestigioso para reencontrar el gusto de cocinar.

Mateo ***

Cinta colombiana de María Gamboa sobre un muchacho en el Magdalena medio que debe escoger entre la violencia y la paz.

La inmigrante *** ½

Una muchacha polaca llega a Estados Unidos en 1921 y descubre el lado oscuro tras la promesa de libertad en esta película de James Grey. 

Las tortugas ninja  * ½

Este reencauche de los superhéroes de los ochenta resulta tan oscuro como lleno de lugares comunes.