Home

Cultura

Artículo

Musica

El poeta electrónico

Gustavo Cerati, abanderado del sonido electrónico y autor de letras enigmáticas, se presenta el 6 de junio en Medellín y el 7 en Bogotá.

1 de junio de 2003

Hace dos decadas, cuando imperaba en el mundo del rock la tendencia a rescatar la triada básica (guitarra, bajo y batería), el grupo Soda Stereo se arriesgaba a algo más: canciones como Cuando pase el temblor ya incluían sintetizador. Tímidamente, desde luego, y queda la grabación para constatarlo: el teclado aparece, ilumina un poco la melodía y luego se esfuma como diciendo "aquí no ha pasado nada".

Con el tiempo, sin embargo, los sonidos electrónicos fueron llenando más y más el espectro del grupo hasta el extremo de que álbumes como Dynamo, que al lanzarse en 1992, fue incomprendido. Hoy ese disco es visto como adelantado a su tiempo: está construido sobre pistas pregrabadas y casi no hay sonidos puros. Cuando Gustavo Cerati disolvió el conjunto y comenzó su carrera de solista fue esa precisamente la senda que siguió.

¿Cómo hizo para saber que ese sería el rumbo de la música actual? La semana pasada, en una entrevista concedida a Juan Carlos Garay, de SEMANA y La FM, Cerati reflexionaba: "Es que soy un camaleón, soy un amante de la música que no se queda con un estilo y que le gusta explorar un montón de cosas". Pero en un tono más prudente aclaraba que no cree en una música electrónica al ciento por ciento "porque sigue habiendo gente y, de hecho, podría hablar maravillas de mis músicos durante horas".

Otra de las cosas que ya se adivinaban en los primeros álbumes de Soda Stereo era el nacimiento de un letrista enigmático. Casi un poeta surrealista del rock, aunque Cerati rechaza de entrada la nominación de 'poesía' y no tiene problema en explicar el truco al que recurre para escribir canciones: "Las letras salen de la propia música y eso es lo que produce sugerencias emocionales".

En su más reciente álbum, Siempre es hoy, hay varios ejemplos de ese manejo tan musical de la palabra. "Mundos imaginarios están flotando en el aire / Pasan por nuestros cuerpos ecos de mil radares", canta Cerati. La imagen recuerda ciertos versos de su colega Luis Alberto Spinetta, llamado en Argentina 'el poeta del rock', y por eso era inevitable preguntarle si había alguna conexión. "Spinetta fue una influencia importante porque era un artista cercano en lo geográfico y me dio mucho ímpetu para hacer música; cuando hay gente como uno, que está haciendo cosas 'grossas', eso te da un estímulo".

Pero hablar del pasado (de Soda, de Spinetta) no es lo que más le agrada a Cerati. Cuando hace cuatro años salió de gira para promocionar su álbum Bocanada, y el público le pedía canciones viejas, Cerati ignoraba de plano cualquier solicitud y se sumergía en sus composiciones electrónicas de entonces. "Me puse bastante avaro, pero ahora estoy un poquito más reconciliado con los temas de Soda Stereo. Eso sí, no me gusta hacer apelaciones a la nostalgia".

Así que el espectáculo que se presentará en Bogotá y Medellín tan sólo virará atrás lo suficiente. Lo primordial es mostrar las canciones de su nuevo álbum en una atmósfera que favorezca la escucha como experiencia total: habrá una escenografía inflable, proyección de imágenes y presencia de los mismos instrumentos que se escuchan en el disco. Pero como Cerati siempre ha dicho que lo importante es el factor humano, concluye invitando a todos sus seguidores "porque nada de esto se completa sin la gente".