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Gabriel García Márquez fue el gran homenajeado del Festival. Para hablar de su relación con el cine asistieron, de izquierda a derecha: Alberto Duque, Gerald Martin, Victor Nieto, Jaime García, Hilda Hidalgo, Mauricio Laurens, Lisandro Duque, Jorge Alí Triana, Gloria Triana, Miguel Littin y Fernando Birri

Certamen

El renacer

Después de algunos años opacos, el Festival de Cine de Cartagena vuelve a tomar impulso y a proyectarse como uno de los eventos culturales más importantes del país. El camino apenas comienza.

10 de marzo de 2007

En noviembre el Festival de Cine de Cartagena estaba agonizando. Las deudas eran grandes y su supervivencia no era del todo clara. A esto se suma que en los últimos años había perdido su luminosidad. Pero, afortunadamente, la junta directiva tomó medidas rigurosas a tiempo, se negoció un contrato de patrocinio con RCN que permitía la supervivencia económica y se echó a andar el festival de cine más antiguo de América Latina. El resultado no fue del todo exitoso (faltan muchas cosas por mejorar, especialmente en la programación para que éste vuelva a tomar la fuerza de antes), pero sí se puede decir que fue un evento digno, que comprueba que el de Cartagena es el Festival de cine por excelencia de Colombia. Y que, al mismo tiempo, es el espacio natural para mostrar lo que sucede en el cine colombiano.

Doce películas nacionales concursaban este año por el premio India Catalina a mejor película colombiana. Otras dos eran exhibidas fuera de concurso, un hecho histórico que muestra el auge del cine nacional. Y por los corredores del Centro de Convenciones se cruzaban constantemente los principales directores colombianos, así no tuvieran películas en competición, como Víctor Gaviria, Felipe Aljure, Jorge Alí Triana...

Algunos de los nuevos directores del cine nacional, que llevan varios años asistiendo a Cartagena, aseguraron a SEMANA que se notaba que el festival estaba reviviendo, que esta versión era la mejor en muchos años. Un ejemplo de su vitalidad es que volvieron las fiestas y los eventos paralelos. A esto se suma que se agregaron cuatro espacios nuevos para proyectar películas, lo que hizo que la muestra fuera más dinámica y más descentralizada.

Tal vez uno de los hechos más criticados del Festival fue la presentación de la película El Cielo, de Alessandro Basile, en la inauguración del evento. Si bien es cierto que esta película se rodó en Cartagena, también lo es que en festival se presentaban películas colombianas, todavía sin estrenar, de mayor factura que El Cielo. Una de ellas era Apocalipsur, del director antioqueño Javier Mejía, que se ganó el premio India Catalina a mejor película colombiana. Esta película había sido seleccionada por el jurado para participar junto con Soñar no cuesta nada en la competencia oficial del Festival.

La ópera prima de Mejía fue una de las gratas sorpresas que se vieron en Cartagena. La historia se desarrolla en la convulsionada Medellín de la época de Pablo Escobar. Cuatro amigos se reúnen para ir a recoger al aeropuerto al 'Flaco', el quinto miembro del combo que regresa de un viaje de ocho meses. Durante el trayecto hacia el aeropuerto José María Córdoba, en Rionegro, los protagonistas reconstruyen momentos que han compartido con ese amigo que tuvo que emigrar porque su madre estaba amenazada. La obra de Mejía, que fue filmada hace cinco años, será estrenada en los próximos meses.

La versión número 47 del Festival de Cine de Cartagena también estuvo marcado por los 80 años de Gabriel García Márquez. Durante el fin de semana se proyectó gran parte de las películas basadas en su obra, con la participación de algunos directores como Miguel Littín, Jaime Humberto Hermosillo, Fernando Birri y Lisandro Duque. Es así como el público pudo ver de nuevo en la pantalla grande películas como El tiempo de morir, en las versiones de Jorge Alí Triana y del mexicano Arturo Ripstein; La viuda de Montiel, María de mi corazón y Crónica de una muerte anunciada, entre otras. El homenaje no terminó ahí. También se proyectaron los documentales sobre la vida y obra del premio Nobel colombiano.

Este será el festival que se podría recordar como el del renacer. Ojalá el impulso continúe y la independencia no se pierda. El cine colombiano necesita, ahora más que nunca, del Festival de Cine de Cartagena.