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EL SILENCIO DEL AMOR

Con su nueva novela "Cuando entonces", Juan Carlos Onetti rompe un prolongado silencio

28 de marzo de 1988

Después de ocho años de silencio desde la publicación de "Dejemos hablar al viento", el escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, autor de libros como "La vida breve", "El astillero" y "Juntacadáveres" nos regala una nueva novela.
Esta narración corta, publicada hace poco en España por la Editorial Mondadori y de venta ahora en varias librerías del país, lleva por título "Cuando entonces".
Es la historia de amor de una mujer que fue feliz durante 2 años, y a la que el destino le hace una jugada irónica. Su nombre Magda, o Magdalena, es todo un símbolo. En ella se refleja la historia de las "queridas" latinoamericanas que son sacadas de la "mala vida" por hombres que pueden comprarlas para siempre; mujeres que al adquirir dueño se vuelven ajenas. Es este carácter de mujer inalcanzable el que hace de Magda un personaje múltiple, mítico, objeto de narraciones, protagonista.
Es también este veto a su alrededor el que marca el tono incierto de la narración que bien se insinúa en su nombre, "Cuando entonces". Este no denota sólo el carácter de evocación del texto sino que también deja ver ese algo por contar que queda suspendido en el aire. Así, el carácter de la protagonista se funde con la estructura del texto, de donde resulta ese silencio extraño que el lector percibe en torno a Magda.
La narración se presenta como un mosaico de 4 partes que giran alrededor de la morena extraña y solitaria. Cada una de estas partes es el testimonio de una voz masculina que relata una experiencia que se tuvo de Magda. Así, cada uno presenta una faceta, estando consciente de que ignora otras. De ahí, la impaciencia, el desasosiego, la incertidumbre que se relleja en estas palabras de Lamas, un periodista enamorado: "Se me ocurrió que la mujer del cabaret y la muchacha que yo acompañaba en aquellas madrugadas no existían de verdad, que eran 2 farsas y que sólo Dios sabía cuántas más guardaba en su reportorio".
Así pues, es el lector el encargado de armar el cuadro completo a través de las 4 voces. La primera de ellas corresponde a un amigo de Lamas, quien evoca la noche de un septiembre primaveral en la que el periodista le habló de ella, en una cervecería alemana del pueblo de Lavanda.
La segunda parte está narrada por la voz del mismo Lamas, personajes solitario que cuenta "cuando Magda es amada", mucho tiempo atrás: "Todo esto es recuerdo, todo esto ocurrió muy antes de la dictadura de los militares y de torturas y genocidio". En su voz se trasluce el desasosiego de saber a Magda siempre lejana, amante siempre del comandante mulato. La tercera voz, que lleva el hilo de la narración en la parte titulada "Donde Magda es apartada", es la de un contador, Pastor de la Peña, quien sirve a Magda de espejo frío y plano, indiferente a sus palabras. Así pues, la novela se va hilando en la forma de un tren en el que cáda uno habla con el vecino de su lado derecho sin oír las palabras del de la izquierda. De aquí la soledad de los personajes, presente en toda la obra de Onetti. Personajes que no logran tender un puente hacia los otros con sus palabras.
Sólo el lector escucha impotente desde fuera el monólogo de los personajes. Sólo él ve completo el mosaico cuando es testigo de la ironía del destino relatada por la cuarta voz. Esta es la de un narrador, quien da forma a la historia y completa la información con la noticia llegada al teletipo del periódico donde trabaja el enamorado Lamas. Así pues, solo el lector es capaz de vislumbrar lo que hay en ese silencio que se desprende de los personajes, y entender qué pasó "Cuando entonces"... ya todo sucedió.