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EN LA OLLA

Un análisis de la postración económica mundial entre 1979 y 1983

12 de diciembre de 1983

"La crisis económica y social del mundo" Fidel Castro, Oveja Negra. 238 páginas. Bogotá, 1983.
Como un cuadro completo y como una serie de radiografías en puntos neurálgicos del mundo contemporáneo, Fidel Castro ofrece su análisis "La crisis económica y social del mundo". Es un diagnóstico del estado de postración en el que se halla el orden internacional en esta época, una de las más tensas y críticas de la historia.
El informe de Castro Ruz está enmarcado en un período de cerca de cuatro años (1979-83) y que es el lapso que separa la VI y la VII cumbre de países No Alineados.
Siendo éste un análisis económico, social y político, es obvio que Castro se haya orientado según los esquemas que dieron origen al marxismo como ideología política y como ideología económica. Sin embargo, la complejidad coceptual del aparato teórico creado por Carlos Marx y sus filosófos aquí ha sido retirada para permitir, en cambio, su transformación en un señalamiento de hechos concretos y de avatares de la historia que despojados de los conceptos parecen más elocuentes.
El descenso del producto interno bruto mundial en la última década del 4% al 1.2%, complicado con la depreciación general de la moneda en los principales países de economía de mercado, las alzas sin precedentes de los tipos de interés de los Estados Unidos, los desajustes de las balanzas de pagos, son factores que contribuyen enormemente a acentuar la inestabilidad social y la incertidumbre económica e impide las posibilidades de recuperación cíclica en los países desarrollados, hecho que obscurece el panorama del futuro de los países subdesarrollados y dependientes.
Castro advierte que la coyuntura es aún más drástica en tanto que la población del planeta llega a superar ya los 4 mil millones de personas.
Si el principal causante del empobrecimiento de la economía mundial ha sido la recesión de los países industrializados de Occidente -como lo señaló la ONU recientemente- la transmisión de sus efectos al resto del mundo tiene su origen inequívoco en la política capitalista de los países desarrollados. Tal es el primer diagnóstico de Castro. La crisis de los bruscos golpes con que el deterioro económico agravan la situación social en los países desarrollados se hubiese logrado neutralizar, al menos, si no se hubiesen frustrado los proyectos que buscaban, en el orden internacional, demandas económicas más justas como estaba contemplado en el Programa Integrado de Productos Básicos, en las Negociaciones Globales y en los principios establecidos en la Ronda de Tokio de las Negociaciones Comerciales Multilaterales. Esta, en síntesis, puede ser una segunda tesis crítica de la crisis que Castro presenta, y a la que enfrenta la capacidad de desafío del Movimiento de Países No alineados. Castro hace de este desafío una perspectiva de conjunto como solución para los problemas del futuro. Hechos y realidades -dice Castro- que exigen la imposición de las reivindicaciones tercemundistas y que al final del libro sintetiza en 18 puntos básicos.
El libro de Fidel Castro Ruz -ampliamente documentado con cifras y datos- se desarrolla como un manual de uso ideológico, en donde la ideología ha sido remplazada por la mencion de los hechos, y también como un prontuario, guía de incidentes y estratégias que Castro desliza al desprotegido David en su desproporcionada lucha ante el apercibido gigante del norte.