Home

Cultura

Artículo

EN SOCIEDAD

El punk se diluye bajo el rótulo de new wave y deja su carácter marginal

13 de agosto de 1984

Estamos ya a 7 años del apogeo del punk, el último gran movimiento que le dio un giro musical al decadente rock que circulaba a finales de los 70. Fue la explosión de miles de pequeños grupos conformados por jóvenes que no tenían trabajo, pero a cambio talento y algo que decirnos: "No queremos más héroes" (Stranglers); "¿Cuando no hay futuro, cómo puede haber pecado?" (Sex Pistols); "No vinimos a producir para la sociedad sino a consumir sus excrementos" (Billy Idol). Fueron igualmente épocas agitadas. Violencia callejera y conciertos en donde los músicos se bajaban a pelear con su público. Algo digno de haberse vivido. Ahora todo es diferente porque El Sistema le puso las garras al movimiento: las palabras se gastaron, los diseñadores comenzaron a copiar sus vestimentas, en las peluquerías sólo se peinaba al estilo punk, todas las carátulas de revistas los usaban coma gancho. Así fue como poco a poco nació el new wave a comienzos de esta década. New wave, un nombre genérico y culto que agrupa en una misma expresión al punk-rock al cool-wave, al rockabilly, etc., pero que también nos dice que todo es ahora más calmado, la música menos espontánea y más trabajada, y la gente más conforme a pesar de no andar mejor. En definitiva, el movimiento dejó de ser marginal y los canales comerciales continúan abiertos para que cualquiera sea una estrella. El dinero volvió a ganar la batalla.
Los grupos que resaltamos esta semana son precisamente conjuntos new wave. Son ellos Thompson Twins de Inglaterra, y Men without Hats del Canadá. El primero, compuesto por Tom Bailey (cantante y líder) y los percusionistas Alannah Currie y Jose Leeway, ya tiene un disco desde el año pasado vendiéndose en Colombia. Quick Step and Side Kick. El hecho de que se haya vendido bien, le representó la impresión de su último trabajo Into the Cap, que no es malo malo, pero sí bastante "melcochudo". Es una lástima el indiscutible descenso en la calidad que mostraban sus anteriores canciones Squares and triangles, Animal laugh, In the name of love y Bouncing por ejemplo. Una lástima y una pena.
En cuanto al otro grupo, Men without Hats, podemos decir que conservan del punk el rechazo a las buenas costumbres de la aristocracia inglesa. Basta mirar sus carátulas. Su sonido no es sin embargo ruidoso.
Basta igualmente mencionar que fueron nominados a un "Grammy" por el tema The Safety Dance. pero el disco Rhythm of Youth contiene cortes interesantes. Un aceptable trabajo de los ahora 3. "Hombres sin sombrero" (Iván, Jeremy Arrobas y Mc Carthy), uno de los mejores grupos canadienses junto con Governement, "D.O.A.", Nash the Slash, Martha and the muffins, Young Canadians y Subhumans, la mayoría de Vancouver.
Los anteriores dos discos son más bien una humilde muestra de lo que realmente hay que oír en materia de new wave. Desgraciadamente, es por lo pronto lo único conseguible en este árido, más bien desértico mercado nacional. -
Karl Troller -