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Entre la vida y la pólvora

Luego de un silencio de cinco años reaparece el 'reggae' de Nawal. Está invitada Goyo, la cantante de Choc Quib Town.

Juan Carlos Garay
13 de noviembre de 2010

Hace unos años, comentando la profusión de grupos nacionales de reggae, un periodista radial habló de una "línea directa" entre Jamaica y Colombia. Siguiendo esa idea, pareciera que los últimos kilómetros de esa línea, los que arriban a Bogotá, le agregan a la música una polución particular. El grupo Nawal acaba de lanzar su segundo disco, Ecco: un trabajo muy esperado por sus fanáticos, sobre todo teniendo en cuenta que han pasado cinco años desde su producción anterior. Pero en lugar de renacer con notas optimistas, el álbum se abre con un relato crudo, un tanto agresivo, que dice que "el mal acecha".

En definitiva, el reggae que cantan los músicos de Nawal se aleja del mensaje paradisíaco de un Bob Marley que promulgaba "positive vibrations". El espíritu de Ecco recuerda más bien a Welcome to Jamrock, del vástago Damian Marley: la crítica furibunda a una urbe donde ocurren homicidios e injusticias de todo tipo. El guitarrista Atahualpa Zabala explica: "Tenemos una visión crítica de las cosas que pasan en Colombia. A veces en Bogotá, por los problemas sociales, por su mismo ritmo, se siente que el mal está en la calle. Nosotros cantamos que hay que tener fuerza contra eso".

Contrarrestando el efecto de esas canciones que huelen a pólvora, el disco presenta un par de piezas más esperanzadoras, acertadamente entonadas por voces femeninas. Ely Guerra es invitada a cantar Sin remedio, una apoteosis del amor. Y Goyo (la vocalista de Choc Quib Town) presta su voz a una hermosa canción sobre el río Atrato y su aroma a chirimía y vida.

Dice Atahualpa que "el 'reggae' ya está hecho; la idea nuestra es crear un sonido". Este repertorio nuevo lo intenta, pero se mueve entre dos fuerzas opuestas. El amor y la muerte no se combinan sino que tienen momentos drásticamente separados dentro del disco. Seguramente en próximas composiciones habrá una cohesión de estos mundos. Por ahora, lo que tenemos acá no es tanto un álbum de propuesta, sino más bien un disco de transición.