Home

Cultura

Artículo

FABRICANTE DE ESTRELLAS

EL DIRECTOR DE CINEMA PARADISO RETOMA EL TEMA DEL CINE PARA HACER LO QUE MAS LE GUSTA: CONMOVER AL PUBLICO.

6 de enero de 1997

Director: Giuseppe Tornatore Protagonistas: Sergio Castellitto, Tiziana Lodato, Franco Scaldati Si hay algo que le guste al director italiano Giuseppe Tornatore es conmover a su público. Comenzó haciéndolo con la enternecedora historia del niño y su amigo el proyeccionista en Cinema Paradiso, ese homenaje al cine que terminó llevándose el Oscar a la mejor película extranjera en 1989. Continuó con Estamos todos bien, una oda a las nostalgias de familia en la vejez, con un extraordinario y maduro Marcelo Mastroianni como protagonista. Ahora Tornatore vuelve a tocar las fibras más sensibles del espectador con Fabricante de estrellas. La cinta retoma el tema del cine y sus diferentes formas de motivar ilusiones. Pero en esta ocasión se trata de un descubridor de talentos, un estafador profesional dispuesto a vaciar los angostos bolsillos de los sicilianos. Ambientada a comienzos de los años 50, una época en la que muchos pueblos italianos están intentando sobreponerse a la guerra en medio de la pugna política entre izquierda y derecha, la película es ante todo un homenaje estético a Sicilia. El esplendor rural de la isla le sirve de fondo a Tornatore para contar las hazañas de su antihéroe, un vividor llamado Joe Morelli que peregrina por los pueblos invitando a sus habitantes a hacer pruebas frente a la cámara, con la promesa de convertirlos en estrellas de la pantalla grande. Ancianos, jóvenes, niños, ladrones, prostitutas, policías y labriegos, todos van desfilando por la lente del vendedor de ilusiones con candidez sobrecogedora. Cada improvisado actor desnuda el alma en su breve interpretación, unos con curiosidad, unos con ansias de triunfo y otros con la esperanza vana de huir de la vida que les tocó vivir. Pero todo esto no es sino un simulacro y el cruel Morelli pagará cara su burla. Hermosa y natural, Fabricante de estrellas va minando la sensibilidad del público con una fuerza similar a la de Cinema Paradiso. Es una parábola a la ingenuidad y a la indefensión que, incluso, también han experimentado verdaderas estrellas del séptimo arte _baste citar a Marilyn Monroe_, desamparadas en la cumbre, martirizadas en su dicha superficial. El filme es la historia de Morelli por Sicilia, y también la de cada uno de los furtivos intérpretes, quienes dejan reflejada su existencia en la caja mágica. Pero sobre todo, Fabricante de estrellas es la historia de Beata, una joven huérfana que termina sacrificando su cordura en la esperanza de atrapar un destino, cualquiera que este sea, pero feliz, como suele suceder en las películas... Dramática, risueña, y simpática, la cinta de Tornatore está hecha para deleitar al público. Y ciertamente lo logra, incluso a pesar de que a veces surjan escenas postizas, maquilladas con la máscara del efectismo. No importa, su energía es más fuerte, suficiente para advertirle al espectador que con el cine no se juega y que la realidad siempre es mucho más cruel que la fantasía. Una gran metáfora que sugiere más de una reflexión.