FERIADOS EN FAMILIA

Director: Jodie Foster
Protagonistas: Holly Hunter, Robert Downey, Anne Bancroft, Geraldine Chaplin.
Feriados de Familia se plantea desde el principio como una comedia dramática y agridulce, que con la disculpa de una reunión familiar anual, hace una radiografía de la institución familiar, de sus aristas como la de una madre soltera o un homosexual que no terminan de adaptarse, de su fracaso y de su indestructible encanto a pesar de los años y los caóticos nuevos tiempos. Un superelenco de actores de carácter, una directora ganadora del Oscar como actriz, una historia humana y una cálida fotografía son los otros argumentos grandilocuentes con los que se vende esta película. Sin embargo, a la hora del té los carismáticos actores no se ven tan simpáticos, Jodie Foster vuelve a demostrar que definitivamente es mucho mejor actriz que directora y el guión no pasa de ser una limitada historia que no logra ni el humor ni la frescura ni la penetración que pudo haber desarrollado. Después de un largo planteamiento inicial con chistes flojos en los que se van desgranando lentamente los personajes con sus inseguridades, fealdades y encantos, finalmente se llega a la ansiada comida familiar. En esta, como previsiblemente se esperaba, entre copas de más y un pavo grasoso explota el clímax donde todos terminan por concluir que nada los une, a no ser un sentimiento visceral muchas veces más incómodo que agradable pero eso sí inevitable. Este proceso de la presentación lenta al estallido y nuevamente el paso a la calma es la única movilidad del guión, que desde el principio se decide por el estatismo de la cámara, de los espacios y del tiempo. En el entreacto, Foster se queda corta en una historia plana, con chistes conocidos y con una explosión de los sentimientos que se acerca a la sensiblería. Definitivamente, es preferible verla frente a las cámaras con sus magistrales interpretaciones, que tenerla detrás de ella queriendo demostrar que es capaz de hacer historias demasiado inteligentes.