GOYA

Libertario, polémico, apasionado, visionario y rebelde, pocas figuras existen en la historia de la pintura tan revolucionarias como el pintor Francisco de Goya Lucientes. Nacido bajo el signo de Saturno en el convulso siglo XVIII, su inteligencia, vitalidad e inconformismo le causaron más de un problema en su país hasta terminar con el destierro final en Burdeos. Pero después de sus casi 80 años de vida la pintura no volvería a ser igual. Por todo esto Goya no es sólo un pintor más sino que se ha convertido en uno de los iconos de la cultura occidental que reconoce en su vida y obra la semilla de muchos de los cambios del siglo XX.
Para celebrar los 250 años del nacimiento de este artista, el grupo de teatro español El Temple de Zaragoza presentará en el Colón su obra Goya, en la que se muestran los tortuosos caminos de este artista. El director Carlos Martín se acerca a la obra original de Alfonso Plou con una particular puesta en escena que juega con las convenciones de lo propiamente teatral.
La historia trata de recrear los últimos momentos del pintor, exiliado y viejo en Burdeos. En una atmósfera onírica, como la de sus cuadros, llegan sus amigos: el ilustrado Moratín, el doctor Arrieta, su compañero del alma Martín Zapater, sus esposas Josefa Bayeu y Leocadia Zorrilla, y su amante fatal, la duquesa de Alba. Estos personajes, ataviados como en los cuadros del pintor, le informan que ya está muerto y le incitan a recordar el camino de su vida. Así lo hará el pintor en medio de meticulosas reproducciones de sus cuadros.
Asistir es una excelente oportunidad para conocer la vida de Goya pero también para apreciar una obra innovadora que mezcla la plástica con las convenciones propiamente dramáticas. Las funciones se realizarán el 11 y 12 de mayo en el Teatro Colón.