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IBAGUE Y EL 9 DE ABRIL

Un caso concreto de asombrosa solidaridad partidista

"Ibagué: conflictos políticos de 1930 al 9 de abril", Carlos Eduardo Jaramillo, Centro Gaitán, 1983, 148 páginas.
La aparición de libros sobre el 9 de abril, pero con enfoques diferentes a los tradicionales, marcó el trigésimo quinto aniversario de la muerte de Jorge Eliecer Gaitán. (ver Semana No.49) y el libro de; cual nos ocuparemos del sociológo Carlos Eduardo Jaramillo, que se centra en los acontecimientos que se vivieron en Ibagué el 9 de abril, pero con una perspectiva más amplia.
En los dos primeros capítulos, Jaramillo se ocupa de dar al lector una visión de lo que era la ciudad de Ibagué en los comienzos del Siglo XX hasta llegar a la víspera del asesinato de Gaitán.
Vale la pena destacar la descripción del Paro Cívico realizado en Ibagué el 7 de junio de 1944 y su concatenación con el Golpe del 10 de julio del mismo año, ya que de acuerdo con el propio Jaramillo éstos "distancian profundamente a la ciudadanía -ibaguereña con el ejército, situación que es rápidamente resentida por las Fuerzas Armadas que inician toda una lucha por reconquistar el favor de la ciudadanía y de la sociedad". Este resquebrajamiento de las relaciones se va a notar el 9 de abril cuando la policía lucha a la par con los alzados y el Ejército permanece acuartelado.
La descripción de los acontecimientos y el papel jugado por los grupos, las organizaciones y las instituciones se retoman en el Capítulo Sexto y se unen a lo que se había descrito en los dos primeros capítulos, lo cual permite realizar conclusiones importantes.
Una de ellas, la composición marcadamente liberal de los ibaguereños que podría haber desencadenado una cacería de conservadores, que no llegó a ocurrir por los lazos de amistad, de compadrazgo y de vecindad que en provincia juegan un papel fundamental. Se dan casos tales de liberales que colocan trapos rojos en las casas de los conservadores a fin de evitar que sus propiedades sean atacadas. Muestras de solidaridad de los liberales al acoger en sus casas no sólo las pertenencias sino a los conservadores mismos a costa de su propia integridad personal.
Carlos Eduardo Jaramillo afirma: "Si el desorden y la anarquía fueron características del primer día en capitales como Ibagué, el orden popular lo fue para la mayoría de las poblaciones liberales del Tolima. La cara oculta del fenómeno, la parte sumergida del Iceberg, es mucho mayor que la que se conoce. Este estudio junto con la "Comuna de Barranca" de Buenahora, los de Gonzalo Sánchez y Arturo Alape, son los primeros pasos de un camino necesario para pasar a elaboraciones y trabajos más complejos y globalizantes; se trata de llenar un vacío histórico para cimentar honduras mayores". -
Myriam Bautista G.-