JARDINES CUNDI - BOYACENSES
La CAR publica un manual sobre cien de las más populares especies ornamentales de los Andes.
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Flora de los Andes. José Olimpo Rodríguez, José Rafael Peña, Eduardo Plata Rodríguez. Corporación Autónoma Regional.
245 páginas. Bogotá, 1984.
Cuando José Olimpo Rodríguez (Saboyá, 1923), viverista en los forestales de Chiquinquirá y José Rafael Peña Segrera (Santa Marta, 1937), técnico forestal, emprendieron una exploración por la altiplanicie cundi-boyacense en busca de sistematizar una larga experiencia en el conocimiento y siembra de la flora nativa, estaban adentrándose en la última etapa que los llevaría a configurar una empresa que de tiempo atrás se había propuesto la CAR: divulgar en un trabajo las variadas especies de flora nativa de estas regiones, especies de plantas ornamentales que nunca antes habían sido presentadas con el valor científico y documental como se hace ahora en este libro que ofrece la CAR y su director ejecutivo, Rodrigo Pardo Koppel.
La presentación del libro es, ciertamente un importante aporte institucional para conmemorar el bicentenario de la Expedición Botánica, y es la ocasión propicia para ofrecer a los interesados en una materia, que cada día va ganando más adeptos, el valioso resultado de sus experiencias. Y como la razón de ser de la Corporación Autónoma Regional está fundamentada tanto en función de sus logros prácticos hacia la preservación de nuestros recursos naturales, el libro "Flora de los Andes" viene a ser su testimonio perdurable. En efecto, la actividad que la Corporación Autónoma Regional ha desplegado en estos ultimos años revela que si entre sus objetivos prioritarios se encuentra la investigación, ésta sirve como sustentación científica para dar coherencia a una política de conservación de la flora nativa, preservación de la fauna y de los suelos, de los ríos y de los bosques; en una palabra, del ecosistema. En esto la publicación "Flora de los Andes" es ejemplar.
El libro al ofrecernos una descripción botánica de cada una de las cien especies estudiadas, completamente ilustradas con fotografías, con sus indicaciones para su propagación y desarrollo y con las observaciones para sus usos, nos está revelando, en cada caso, su valor específico. Y así como no podemos amar lo que no conocemos, tampoco podríamos tener una disposición para conservar aquello de lo que ignoramos su valor. Está, pues, primero el hecho de conocer, para luego crear sobre este conocimiento la necesidad de su preservación. Así toda actividad divulgativa en el área científica o técnica, en este campo delicado de la ecología, es doblemente valiosa, enseña y fomenta la conservación de nuestra riqueza natural.
Las cien especies ornamentales que presenta "Flora de los Andes" tienen tanto su historia natural, la de las transformaciones geofísicas a través de los cambios climáticos en evolución a lo largo de los milenios y la de las modificaciones de los suelos, las formaciones montañosas, etc., como su historia vinculada a la historia específica del hombre. Este contexto, natural e histórico, es el objeto de un estudio introductorio con el que su autor, el director científico de la obra, Eduardo Plata Rodriguez, nos describe el medio en que estas especies han desarrollado su vida vegetal. La presentación del libro en forma de manual, concebido bajo la dirección editorial de Benjamín Villegas, convierte a "Flora de los Andes" en un medio valioso para la consulta de los profesionales y también en un recetario que remite a la medicina natural con la descripción de las propiedades curativas de cada especie en donde el lector corriente es capturado en su curiosidad botánica y medicinal. ¿Sabía usted, por ejemplo, que el arrayán de Castilla se usa como sedante y contra el dolor de muela? ¿Que el balú es un diurético eficaz? ¿Que la chilca se usa contra las afecciones bronquiales y como antidiabético? ¿Que los choclos de árbol se administran como sedativo para el sistema nervioso? o ¿Que el frailejón con la decocción de sus hojas y en forma de cataplasma sirve para curar el asma, las afecciones pulmonares y el reumatismo?
En definitiva, como enciclopedia botánica de nuestra flora andina, como recetario medicinal y como guia para el uso decorativo, las cien especies del altiplano aquí recogidas hacen de "Flora de los Andes" el primer manual de este tipo, que divulga el conocimiento de las especies a la vez que enseña en cada caso la forma de su propagación.