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JERRY MAGUIRE

Con su actuación en esta divertida comedia romántica, Tom Cruise aspira a llevarse el Oscar.

31 de marzo de 1997

Director: Cameron Crowe
Protagonistas: Tom Cruise, Cuba Gooding Jr., Renee Zellweger, Bonnie Hunt, Jonathan Lipnicki.
A mediados de febrero Jerry Maguire llevaba recogidos más de 127 millones de dólares en taquilla. Pero por primera vez en muchos años este éxito está debidamente sustentado en la pantalla. No es una película que vaya a hacer historia. Su trama es simple y su desenlace predecible. Sin embargo, Jerry Maguire genera esa sintonía con el público que sólo pueden ofrecer las buenas comedias. Su argumento está bien desarrollado, sus protagonistas despiertan al mismo tiempo risa y solidaridad, son sólidos y reales, capaces de lograr que el espectador se identifique con ellos; y las actuaciones son tan buenas que es difícil sustraerse de su encanto. Tom Cruise hace el papel de un agente deportivo que, después de gozar las mieles del éxito a costa de la explotación de los deportistas que maneja, cae en cuenta de su error y decide volverse más humano. Por supuesto, es despedido de su empleo y en consecuencia tendrá que empezar de cero en su intento por llegar de nuevo a la cumbre. El director Cameron Crowe, el mismo de Vida de solteros, retoma los elementos de la comedia típica estadounidense y le incorpora elementos contemporáneos para componer una divertida película alrededor del deporte y el amor. La vida de Jerry Maguire se ve de pronto cruzada por la solidaridad y la admiración de una joven madre soltera que busca el cariño de un esposo y un padre para su hijo, interpretado por Jonathan Lipnicki. Al mismo tiempo, Maguire deberá lidiar a su único cliente, un excéntrico jugador de fútbol americano que sueña con ser estrella. Con su debut como comediante, Tom Cruise aspira a llevarse el Oscar, pero no cabe duda de que el show corre por cuenta de Cuba Gooding Jr., también nominado en la categoría de Mejor actor de reparto, y del pequeño Lipnicki, quienes redondean con fuerza y talento una película sólida en su intención de divertir. Para Cameron Crowe no había otro propósito, y tal parece que lo ha cumplido a cabalidad.