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LA CANDELARIA SE VISTE DE LUCES

"Navidarte", un festival nacional de artes visuales en el corazón de Bogotá

20 de enero de 1986

Cuando aún no se le encontraba un uso definitivo a la recién restaurada "Casona de la Independencia", el presidente Betancur tuvo la idea de instalar allí un sorpresivo salón nacíonal de arte que reafirmara a La Candelaria como sede del ocio productivo de esta Navidad. "Navidarte en La Candelaria" cumplió su cometido del 6 al 25 de diciembre: una nueva generación de artistas llegó a los salones que en el siglo XVIII fueron de la familia Pardo Rubio.
Durante los siglos XVIII y XIX en esta casa vivió la familia Pardo Rubio, que tenía suficientes comodidades como para sentirse una de las familias más adineradas de la capital. Posteriormente funcionaron en esos salones algunos locales comerciales revueltos con viviendas, de gentes menos adineradas que los Pardo Rubio. Entrando el siglo XX se convirtió en el colegio Francisco José de Caldas, pero nuevamente se convirtió en vivienda, esta vez en inquilinato de citadinos aun más pobres. Más tarde fue la sede y biblioteca de las Naciones Unidas, inquilinato después, y por último lugar de trabajo del arquitecto Rafael Gutiérrez y la Corporación La Candelaria, que se dedicaron a restaurarla.
Una vez fue restaurada la casa no se tenía muy en claro el uso que podría tener. El presidente Betancur propuso la idea, que fue inmediatamente acogida por el Banco de la República, quien la financiaría, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la mayoría de las instituciones culturales privadas u oficiales que tienen sede en el barrio La Candelaria. La tarea de "Navidarte" se le encomendó al escritor y crítico Eduardo Márceles Daconte, a Virgilio Trespalacios, su ayudante, y a Cristina Moreno, curadora de la galería.
El propósito era montar un festival nacional de artes visuales en únicamente dos meses. Era necesario viajar mucho por el país en tan poco tiempo, pero se logró. Márceles se tropezó con una sorprendente actividad creativa en muchos rincones escondidos de nuestro país. Un total de 163 artistas en disciplinas visuales, representantes de todo el país pudieron ocupar varios salones de la familia Pardo Rubio, muchos de ellos nunca habían expuesto en Bogotá.
Márceles siente que logró un espíritu integracionista con la selección de los trabajos en artes visuales. "Hay obras de todas las regiones y departamentos del país. Unicamente hice énfasis en que deberían mostrarse obras recientes de los artistas más jóvenes del país, principalmente, quienes rara vez exponen en Bogotá".
En el patio de aguas que los Pardo Rubio mandaron construir, para cumplir con la humanitaria labor de regalar agua a las casas vecinas, se ha instalado temporalmente el Taller de Grabado Novo-Arte que dirige en el norte de Bogotá Ligia García, con el que ha traído a 14 maestros de todo el mundo a enseñar sus técnicas al país.
Lo que los Pardo Rubio mandaron construir como pesebreras y bebederos para sus bestias, en "Navidarte" se ha convertido en el lugar adecuado para que los niños perciban algunos elementos artísticos y aprendan a manejarlos.
"¡Eso no es arte!", hay quienes dicen sobre el inmenso nudo de mangueras de Sandra Gómez, que cuelga de uno de los techos del patio de la Casa Julio E. Lleras, recién restaurada y abierta al público como museo por el Banco Central Hipotecario.
No hay mayores datos sobre la casa Julio E. Lleras. Actualmente en sus paredes hay la exposición de un arte con materiales que van desde las fibras autóctonas hasta los acrílicos y mangueras de plástico, que incluye el "arte para usar" (una mezcla de arte y moda) de Samira Betancourt.
"Navidarte" no solamente se salió de la Casa de la Independencia. Con motivo de su celebración se abrieron 11 exposiciones, dos talleres más de creatividad, dos ciclos de cine, una inesperada programación de cine, música, teatro y danza, rescatando las plazas históricas del sector colonial.
Artesanías de Colombia se vinculó con su exposición en la iglesia de las Aguas, el Instituto de Desarrollo Urbano con la apertura de su exposición "La historia de Bogotá desde sus orígenes hasta nuestros días", la Biblioteca Luis Angel Arango con "El espacio en forma", retrospectiva de Eduardo Ramírez Villamizar y, entre muchas otras, el Planetario Distrital con "Todo el pan", basada en la importancia del pan en la vida del hombre.
También se inauguró el Centro Experimental del Libro Infantil y Juvenil, que incluye la iniciación de talleres de formación literaria. La Cinemateca Distrital, abrió un ciclo especial de películas para grandes y en la Plaza de la Cancillería se estableció una programación de cine infantil al aire libre. La Orquesta Sinfónica de Colombia y El Son del Pueblo, entre otros, hicieron sus conciertos en la Plaza del Chorro de Quevedo, donde se fundó Bogotá y en el Teatro Colón. En los teatros del barrio o en sus plazas, se presentaron los trabajos teatrales del Taller de las Artes de Medellín, uno de los montajes colombianos más favorecidos en el pasado Festival Internacional de Teatro de Manizales, y la mayoría de grupos locales.
"Navidarte" es como una buseta", concluyó Ramón Carreño, uno de los artistas.--
Ignacio Gómez