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LA CASA PREMIADA

La polémica Casa de Huespedes de Cartagena, vuelve a sonar por otra polémica: le fue concedido el Premio Nacional de Arquitectura .

5 de mayo de 1986

El acta del jurado de premiación, integrado por el colombiano Darío Ruiz, el español Antonio Fernández Alba y el argentino Ernesto Katzenstein, concedía una mención a la revista Proa por su labor continuada de difusión, y otra a la excelente restauración del templo de Santa Clara en Bogotá. El Premio Nacional fue otorgado al arquitecto Rogelio Salmona por su hermosísima Casa de Huéspedes Ilustres en Cartagena, que incluye la restauración del Fuerte de Manzanillo, adecuado para comedor ceremonial de la Casa por el arquitecto Germán Téllez. Sin embargo, ni Manzanillo ni Téllez fueron mencionados en el premio que han debido compartir; el Fuerte forma parte significativa de la volumetría del conjunto, es el acento vertical, en su morfología se inspiran las formas de la Casa de Huéspedes y, como comedor, es parte integral de su programa de funcionamiento. Algunos jurados no conocieron la sensible y discreta restauración del Fuerte que fue excluido injustamente de la premiación.
La maestría del manejo de Salmona en la Casa ganadora, refleja en la claridad conceptual de los espacios, el perfil bajo que se ajusta a la topografía de la península y la bahía, paisajes inmediatos, la creación de siluetas almenadas y la utilización de la piedra, recursos que evocan el tema urbano principal de Cartagena, todo ello respaldado por la vegetación tropical con que se ambienta la Casa. Pero, ni ese dominio sobre lo estrictamente arquitectónico profesional nos exime de hacer una serie de preguntas que tienen que ver con el premio y el sistema general de operación de la Bienal que lo otorga. En primer lugar preguntarnos si existe o no una arquitectura colombiana o, apenas, un manejo excelente de los elementos arquitectónicos en Colombia, porque, en términos de las urgencias y tribulaciones que vive el pais, es curioso que en este concurso no se haya manifestado la vivienda de interés social que, por su calidad, sea digna de tomarse en cuenta. Por el contrario, la mayoría de los profesionales participan como si continuasen pensando que los clientes dignos son el príncipe o Dios. La omisión de la arquitectura de interés social se explica, así sea parcialmente, por las políticas de vivienda del gobierno en términos de financiación de ciertos tipos de proyectos, y por la actitud de muchos profesionales que piensan que a los pobres hay que hacerles vivienda pobre. De acuerdo con lo anterior no puede uno menos que preguntarse si, a la larga, sirve para algo este Premio Nacional de Arquitectura.
De entre más de 150, 34 proyectos fueron escogidos por el jurado de selección. Resultan dignos de ser mencionados aquí, por su calidad, los siguientes originales de jóvenes profesionales: el beneficiadero de café en Cachipay, de Jaime Arciniegas, con alusiones a la arquitectura tradicional paisa y con sensible integración a previos edificios adyacentes. La casa de vivienda en El Retiro, Cali, de Carmen Mazariegos, con sensualizado uso de espacios, materiales y vegetación, características que comparte con el bifamiliar, también en Cali, frente al río, de Jaime Cárdenas y Olga Cecilia O'Byrne. Igualmente significativos son el proyecto para la Universidad Incca de Bogotá, de Carlos Hernández y Eduardo Samper, que más allá de su evidente ajuste al postmodernismo, logra una encomiable integración con la calle y el sector, enriqueciendolos a traves de recursos tan sencillos como los porticados, arcos rebajados y ladrillo a la vista, y el proyecto de Héctor Calderón para restaurar una vieja casa del barrio de La Candelaria, adaptándola a vivienda por apartamentos. Esto lo hace manteniendo el carácter espacial y volumétrico del inmueble al tiempo que lo ajusta a condiciones reales de uso social y rentabilidad.
También escogidas por el jurado de selección aparecen obras de arquitectos consagrados que hacen excelente actuación dentro del estricto marco del comportamiento profesional. En esos términos hay que anotar el género de la vivienda suntuaria individual en el trabajo de Luis Kopek, conjuntos residenciales con sistemas novedosos de espacio interior, como las plantas libres de Rueda, Gómez y Morales, o el conjunto "Los Sauces" de Alfonso García, en el cual los espacios comunes son objeto de plazas y calles que representan el sistema de la ciudad. La arquitectura institucional tiene varios ejemplos notables como el proyecto de Dicken Castro y Compañía para el Centro de Convenciones de Paipa, el proyecto de Camacho, Guerrero y Rafael López para el Banco de Crédito de Bogotá y el proyecto de Rafael Maldonado para el Nuevo Instituto Caldas de Bucaramanga, con singular uso de materiales, color y espacio. Lo industrial queda distinguido con la planta de Colenvases de Bogotá, de Luis Alarcón y Matisa Villegas, donde la técnica constructiva permite la obtención de luces de más de 15 metros sin apoyos, y cubiertas atrevidas que hacen pensar en una "pre-alta-técnica" local. El Premio Nacional de Arquitectura estimula el comportamiento profesional, pero debe actualizar algunos de sus requerimientos en pos de respuestas más coherentes con las sentidas necesidades de amplios grupos en el país.

ARQUITECTURA LATINOAMERICANA
Siete distinguidos arquitectos provenientes de tantas latitudes del hemisferio cultural iberoamericano, fueron el centro de atención del Foro donde plantearon inquietudes y mostraron sus particulares experiencias a través de charlas y mesas redondas. También discutieron el proyecto de adecuación del sector de Las Aguas, al borde del centro de Bogotá, que actualmente se desarrolla en uno de los talleres de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Los Andes. Esta última institución organizó el significativo evento que permitió la presentación de visiones muy diversas, a veces francamente atomizadas y dispersas, propias de amplios territorios tanto intelectuales como físicos.
Ernesto Katzenstein de la Argentina mostró el racionalismo de su país en la década del 30, que gestó una educada forma urbana perdida en los 40 con el caos de los personalismos. Eladio Dieste del Uruguay presentó sus conceptos ingenieriles desarrollados en la dirección del arte. Por medio de ellos ha conseguido formas altamente expresivas con base en sistemas de bóvedas en ladrillo que asombran por la economía e imaginación con que cubren inmensos espacios. El brasilero Joaquim Guedes explicó su proyecto para la Pirelli en Milán, indicando la extracontinentalidad que ha llegado a tener algo de nuestra arquitectura. Y el peruano Juvenal Baracco hizo ver una gran academia militar con escenografía metafísica despampanante, y sencillas casas en la playa desértica, insertadas con colores y espacialidades poéticas entre la arena y el mar. El español Antonio Fernández Alba discutió la intervención ética del arquitecto y mostró la evolución de su estilo mesurado, casi conventual. Y el mexicano Ernesto Alva Martinez refirió la historia reciente de la arquitectura de su país, desde principios de siglo, la Revolución, el funcionalismo, hasta el terremoto, y sugirió conclusiones sobre la construcción que sobrevive e indica caminos estructurales y figurativos. Un solo ponente colombiano fue Germán Téllez, quien aludió a la presencia de la arquitectura latinoamericana en diferentes formas literarias, como la narrativa (Carpentier Cabrera Infante, etc.) la poética (Neruda, Cortázar, etc.) y la canción popular (Rafael Escalona, etc.).
Tres mesas redondas acompañaron estas ponencias. Una sobre tecnología apropiada y apropiación de tecnologías, otra sobre la ciudad latinoamericana y sus dos más definitivos gestores de forma: el profesional y el espontaneo, y un tercer panel sobre historia y cultura con respecto a la arquitectura actual de nuestra región. Al Foro asistieron más de 1.200 profesionales y estudiantes de las principales ciudades del país. Esta es la reunión profesional más grande que se celebra en Colombia, y evento con que la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Los Andes ha generado la visita masiva al país por parte de figuras internacionales de relieve, con el fin de actualizar la discusión de temas urgentes de la vivienda y la ciudad entre nosotros.