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LA CASA PREMIADA

El premio a "La mansión de Araucaima" en el Festival de Rio, un nuevo reconocimiento al cine colombiano, pero...

5 de enero de 1987

Al ocupar el retrete de la inmensa casa de dos pisos, sus habitantes vuelven a leer la advertencia colocada detrás de la puerta: "Defeca con ternura. El tiempo gastado aquí, no cuenta para la eternidad". Y en otro sitio, otra leyenda: "En esta casa no se cometen pecados veniales". Son avisos manuscritos colocados por un monje, quien, varios años atras, fue confesor de Papas y ahora atraviesa el Infierno con los demás habitantes de esta casona, el dueño, el guardián, el piloto, el sirviente y la machiche, además de una muchachita, pésima actriz de comerciales de cine y quien aparece por simple azar. Son avisos que traducen la irreverencia, la confusión moral e intelectual, la intolerancia y la impudicia que sacude a todos estos personajes, arruinados y decadentes, condenados.
Ese es el ambiente descrito por el colombiano Alvaro Mutis (acaban de lanzar en Madrid y Bogotá su nueva novela, "La nieve del Almirante"), en su relato que él califica como "gótico en tierra caliente", "La mansión de Araucaima", una historia donde el terror, la zozobra, la vaguedad y el temblor vienen del interior de los personajes y de la atmósfera alucinada y corrupta que se vive en una casa rodeada de cafetales ardientes.
Esa historia y esos personajes, convertidos en un largometraje colombiano, acaban de recibir un premio de la crítica especializada en el Festival de Rio: "La mansión de Araucaima" segundo largometraje de Carlos Mayolo (antes había realizado su escandalosa "Carne de tu carne", crónica incestuosa de jóvenes caleños), comienza su carrera bajo buenos auspicios, prolongando el actual boom del cine producido por Focine y dentro del cual se inscriben los premios ganados en otros certámenes nacionales e internacionales por "Cóndores no entierran todos los días" de Francisco Norden; "Tiempo de morir" de Jorge Alí Triana; "Pisingaña" de Leopoldo Pinzón; "Visa USA" de Lisandro Duque; "La boda del acordeonista" de Pacho Bottía y "A la salida nos vemos" de Carlos Palau, entre otros.
Esta película dura 85 minutos, el rodaje se tomó dos meses con cuatro semanas de reproducción y una posproducción de 10 meses. Al morir Luis Buñuel, una de sus grandes frustraciones era no haber podido filmar esta historia. Para su película, Mayolo se basó parcialmente en un guión premiado por el concurso de Focine y escrito por el novelista Julio Olaciregui, autor de la novela "Los domingos de Charito".
Mayolo, uno de los realizadores con más oficio en Colombia, trabajó con Adriana Herrán (la muchacha convertida en víctima de los habitantes de la casa), Vicky Hernández (la machiche, una mujer de carnes generosas y siempre abiertas al deseo de los demás), Antonio Luis Sampaio (el sirviente negro que tiene la habitación repleta de imágenes y velas encendidas), Luis Fernando Montoya (el piloto amarrado a la casa después de perder la avioneta bajo una tormenta), José Lewgoy (el destruido, manipulador y corrupto dueño de la mansión), Alejandro Buenaventura (el cínico y sensual fraile que intenta salvar a los demás), el mismo Mayolo como el mercenario que cuida de la casa, detesta al negro, teme al propietario y cela a la machiche, David Guerrero (el novio de la muchacha), y el director del comercial que filman cerca a la hacienda, interpretado por otro realizador nacional y miembro activo de lo que ha sido llamado "Cali-wood", Luis Ospina.
Mientras "La mansión de Araucaima" ganaba su premio en Rio, cinco largometrajes nacionales son presentados actualmente en el Festival de La Habana, presidido por Jorge Amado ("Visa USA", "A la salida nos vemos", "La boda del acordeonista", "El día de las merces" de Dunav Kusmanich y "Camilo" de Norden), más un grupo de veinte mediometrajes producidos para la televisión.
Apoyándose en la colaboración de Sandro Romero y Philip Priestley para la adaptación del guión de Olaciregui, la fotografía dirigida por Rodrigo Lalinde, la música de Germán Arrieta y el montaje de Luis Ospina y Karen Lamassone, Mayolo continua un oficio iniciado en 1967 con un corto en 16 milímetros, "En gránde", seguido por cortometrajes de sobreprecio tan notables como "Rodilla negra", "La hamaca" y "Rodando por el Valle", además de numerosos trabajos en 16 milímetros que después fueron ampliados para el cine o pasados por televisión, como "Aquel 19" y "Cali, cálido, calidoscopio". En 1983 realizó "Carne de tu carne", película que ha ganado premios en Lille, Oberhausen, Bilbao, Cartagena, Madrid, Fantasporto y presentada también en Bruselas, Rio, Nueva Delhi y Montreal.
El premio de los críticos en Rio es un buen paso inicial para esta "Mansión", cargada de violencia, erotismo y fantasmas, propios y ajenos.