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LA LEY CONTRA LA LEY

La idea de trasladar el Consejo de Estado al norte de Bogotá forma polémica sobre el uso de la tierra en la ciudad

26 de mayo de 1986

"Por la tranquilidad y seguridad de la zona, rechazamos despachos públicos", dice el pasacalles de la carrera 9a. con calle 85 en Bogotá. En efecto, desde que el Consejo de Estado anunció que trasladaría su sede del centro --la cual, a partir del ataque al Palacio de Justicia estaba en la Casa de la Moneda--al norte en la carrera 9 N° 83-45, una gran polémica se desató.
Aparentemente, desde hace varios meses, el Consejo de Estado estaba haciendo averiguaciones para trastearse a un lugar más cómodo. En un principio pensaron en la Avenida Eldorado, pero como nada se concretó, el norte apareció como una posibilidad.
El edificio de la calle 83 con la carrera 9a. había sido terminado hace un par de años para uso exclusivo de vivienda, como lo prevé la ley, pero el propietario no había podido vender los apartamentos. Pese a todo, una comisión integrada por el ministro de Justicia, Enrique Parejo González, los consejeros de Estado Samuel Buitrago y Carlos Betancur, y José Antonio Salazar, director del Fondo Rotatorio del Ministerio de Justicia, autorizó la compra del predio con el fin de trasladarse allí en forma temporal mientras la reconstrucción del Palacio de Justicia. Ante esto último un magistrado de la Corte, que pidió no ser identificado, declaró que muy probablemente los apartamentos no recuperarán su función original pues se convertirán en juzgados.
Por su parte, los vecinos de La Cabrera y El Retiro, zona que se vería afectada por el traslado del Consejo de Estado, creó un comité de defensa de ambos barrios, para hacer valer sus derechos. El presidente del mismo, Alvaro Hernán Mejía, explicó a SEMANA que ellos están protestando, no por el hecho de que el Consejo se instale en el norte, sino porque resulta inconcebible que este organismo cuya función es hacer cumplir las leyes en Colombia, esté violando más de tres artículos, entre los cuales están el 39 del decreto 749 de 1980 y todo lo relacionado con el acuerdo 7 de 1980 que rige la planificación. Si bien es cierto que es urgente que el Consejo de Estado tenga una sede, el comité expresa que esto no justifica el hecho de violar las disposiciones sobre zonificación urbana que existen hace años y que buscan el desarrollo armónico de la ciudad. El procedimiento se hizo en forma desordenada pues fue tan sólo después de comprar el edificio que el Fondo Rotatorio del Ministerio de Justicia empezó a averiguar si era utilizable para los fines de sede del Consejo. El propietario de la edificación, quien no había podido vender su edificio para apartamentos, solicitó a Planeación Distrital una autorización para poner allí oficinas, y le fue negada, alegando las disposiciones del acuerdo 7, según el cual no se pueden poner oficinas en construcciones nuevas, en los barrios residenciales. A la petición del Fondo Rotatorio del Ministerio de Justicia, Planeación Distrital en vez de acudir a la ley, descargó el problema en la Junta de Patrimonio Urbano, la cual emitió una opinión diciendo que no le parecía incompatible que hubiera oficinas en ese sector. De esa simple opinión se desencadenó la escena actual cuyo telón de fondo es la violación de la ley.
A renglón siguiente, el comité envió una carta al Presidente de la República, solicitándole que el Fondo Rotatorio del Ministerio de Justicia desista del proyecto por varias razones, entre otras porque la Junta de Protección del Patrimonio Urbano del Distrito Especial de Bogotá violó el decreto 749 de 1980 de la Alcaldía de Bogotá y que, Planeación Nacional violó algunos artículos del Código Contencioso Administrativo al omitir la citación de los vecinos para que expusieran sus derechos legales que los cobijan.
Lo irónico del caso es que la máxima autoridad jurídica del país haya incurrido en este error... Lo que está expresado muy bien en el numeral quinto de la carta del comité al Presidente "Como quiera que nos consta su afán por velar por el exacto cumplimiento de las leyes al tenor de lo dispuesto en el ordenal 2 del artículo 120 de la Constitución Nacional solicitamos que usted, como suprema autoridad administrativa, ordene a la entidad descentralizada bajo su tutela denominada Fondo Rotatorio del Ministerio de Justicia, que cumpla exactamente con las normas distritales que ha violado o que está a punto de violar".
ESCULTURA PARA EL PALACIO
"Tradicionalmente se ha representado a la Justicia, tapada. Yo aseguro que debe ser desnuda", afirma Ricietl Vurkovitsky, el escultor de nombre impronunciable, nacido en el Chocó y cuyo sueño es que su obra sobre el tema sea colocada en la fachada del Palacio de Justicia, junto al hueco que dejó el mortero hace cinco meses, en el sangriento enfrentamiento.
Germán Arciniegas, quien cree en el escultor y lo defiende, comenta que su sentimiento por la justicia está respaldado por un pasado muy determinado ya que sus padres--de origen judío--, llegaron a Colombia después de haber pasado por campos de concentración y escapar al holocausto que dejó un saldo de seis millones de judíos muertos. "Por eso, Vurkovitsky, más que,ningún otro artista en Colombia" tieneun profundo sentido de lo que es y debe ser la justicia", dice Arciniegas. En efecto, Vurkovitsky explica por qué su escultura que representa a una mujer embarazada, con la balanza en sus manos encarna la ley y la justicia: "La ley es un proceso natural, todos los días evoluciona y cambia al igual que un embarazo. Es un proceso de fecundación, de vida, de energía".
El artista concibió la idea de hacer esta escultura desde que construyeron el Palacio de Justicia porque "siempre me pareció que le faltaba un símbolo y algo vernáculo para contrarrestar el aspecto frío y demasiado sobrio que tenía".
Sin embargo, aunque creó esta pieza para ser colocada en ese lugar específico (de lo contrario, la saca del país) no ha realizado los trámites para conseguirlo. El se contenta con hacer el trabajo artístico y espera que el resto se le dé por añadidura, lo cual fue confirmado por la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía Mayor de Bogotá --que da la autorización para colocar esculturas en lugares públicos- a donde nadie ha ido para colocar esta obra en el Palacio de Justicia.
Por su parte, Vurkovitsky reclama que es el primer artista que hace arte moderno fundido en Colombia y además comenta que la fundición de aqui no tiene nada que envidiarle a la de los países europeos, donde, según él, acuden los creadores colombianos.
Así, la escultura de siete metros representando a la Justicia es de bronce y contiene dos onzas de oro que contribuyen a una mejor textura: "El bronce es el mismo en cualquier parte del mundo, pero es necesario agregar fe en lo que uno quiere".
La misma estatua de la Justicia, pero mucho más pequeña fue obsequiada por el artista a la Academia de Historia Colombiana. Luego de haber aceptado la idea e incluso después de señalar el lugar donde se colocaría la "Justicia" fue rechazada por ser, según las palabras que le dijeron al artista: "Impura por ser una mujer embarazada, y altamente pornográfica por no llevar vestido". Sin embargo, el presidente de la Academia, Germán Arciniegas comentó que había sido descartada porque Vurkovitsky aún no es un artista muy conocido aunque lo considere excelente personalmente. Pero, pese a las adversidades, el escultor no desfallece en su fe. Ahora comenzó a crear un anunciante de circo tocando trompeta para cuando venga el Papa en julio a Colombia.
Esta "Justicia" cuyo costo total es de cuarenta millones de pesos será un regalo conjunto del escultor y de la empresa privada (cuyos nombres no quiso revelar) al gobierno, para ser colgada en el aire, adosada al Palacio de Justicia como lo señalábamos anteriormente. Al imaginarla allí, Arciniegas comenta que la sola idea de colocar un globo de bronce en el aire le parece maravilloso y "porque si algo caracteriza las esculturas de Vurkovitsky es que, pese a su masa tan grande, tienen mucho movimiento y son ágiles". --