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LA MEMORIA EN EJERCICIO

BAJO EL TITULO DE "EL CAMINO DE SAN GIOVANNI" SE RECOGEN CINCO CRONICAS INEDITAS, ESCRITAS POR ITALO CALVINO ENTRE 1962 Y 1977.

10 de febrero de 1992

COMO EJERCIcios de la memoria calificó Italo Calvino algunos de sus escritos destinados a perdurar en ediciones que había proyectado antes de morir. Se trata de textos producidos a lo largo de más de veinte años, basados en sus experiencias, recuerdos y reflexiones. Ellos constituyen una suerte de biografía del pensamiento o, precisamente, ejercicios de la memoria. Pero no se trata de la memoria al modo prustiano, la memoria voluntaria puesta en relación con la escritura. Es más la memoria involuntaria de un paisaje, de un ademán, de un acierto o de un proyecto, lo que deterrnina el curso y la proyección del texto literario.

Cinco textos de esta naturaleza fueron elegidos por la viuda del escritor italiano para editar otro de sus libros póstumos: "EI camino de San Giovanni" (Tusquets editores). Aquí han sido recogidas páginas escritas entre 1962 y 1977. A pesar de los años que separan unas crónicas de otras, la contextura del estilo permanece inalterable. Bajo una sola identidad literaria se descubre al escritor en plena madurez, poseedor de una gran sensibilidad para el detalle ilustrativo y para el mensaje humano y comprensivo. Así, en la crónica que le da el título al libro, la observación simple del camino que toma el padre hacia las altas montañas y que diverge del que el autor elige, sirve para trazar todo un sistema de simpatías y diferencias.

Un sistema sobre el cual Calvino establece dos maneras de pensar el mundo y de afirmarse en él, o bien sobre la naturaleza o sobre el lenguaje, o bien sobre la oposición elemental entre lo rural y lo urbano. "Autobiografía de un espectador" es en realidad el prólogo que Calvino escribió para la edición de cuatro guiones de Fellini, publicados en Turín en 1974. Aquí traza una semblanza del espectador de cine precoz que fue Calvino. Textos como "La poubelle agréé" son reflexiones acerca de un hecho cotidiano que por lo prosaico y frecuentado pareciera que carece de algún significado.

Con este libro Italo Calvino ejerce sobre el lector una magia especial: la de la evocación transparente, la de la comunión íntima con el lector, ya que su voz se desliza como un suave arrollo frente a un paisaje bañado por la luz suave y algo melancólica de su estilo literario.