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La sicoanalista Lisa Metzger (Meryl Streep) descubre que una de sus pacientes, Rafi (Uma Thurman), está enamorada de su hijo

La novia secreta

Esta comedia romántica, mucho más sofisticada que las usuales, consigue hacernos reflexionar sobre los desencuentros románticos.

2 de diciembre de 2006

Título original: Prime.
Año de estreno: 2005.
Dirección: Ben Younger.
Actores: Uma Thurman, Meryl Streep, Bryan Greenberg, Jon Abrahams, Zak Orth, Jerry Adler, Autrey Dollar, Doris Belack.

Tiene gracia esta triste comedia romántica que sucede en la Nueva York idealizada que inventó Woody Allen: es lo suficientemente perversa como para poner a una divorciada de 37 años, la neurótica e inteligente Rafi, a enamorarse del hijo de 23 de su propia sicoanalista, pero lo suficientemente dulce como para devolverles el amor propio a los personajes principales antes de que lleguen los créditos finales; las actuaciones realistas de sus tres protagonistas, Uma Thurman, Meryl Streep y Bryan Greenberg, nos animan a creer en lo que estamos viendo; y sus imágenes efectivas, obra del joven cineasta neoyorquino Ben Younger, director de aquel drama de Wall Street titulado Ambición peligrosa, la ponen muy por encima de las comedias románticas que nos han llegado en estos últimos meses. Hay un par de 'peros', por supuesto, un segundo acto que busca problemas en donde no los hay, y un final alargado que se empantana hasta perder el sentido del humor. Y sin embargo, el recuerdo que le deja a uno La novia secreta es el de una película que al menos ha hecho lo posible por no ser la misma película de siempre. Ha querido llevarnos a pensar, por ejemplo, en esos amores que suceden a destiempo, de golpe, cuando a ninguna de las partes involucradas les conviene que sucedan. Su título original, Prime (algo así como "madurez"), la presenta, de hecho, como una narración que pretende hacernos caer en la cuenta de lo que se nos viene vida arriba: una sucesión de desencuentros diseñada para que aprendamos, de una vez, a dejar libres a los otros.