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LA OTRA ESPAÑA

Siete películas de la nueva era española en Bogotá, Cali y Medellín.

3 de diciembre de 1990

El prestigio del cine español se ha edificado sobre unos pocos nombres: Luis Buñuel, Carlos Saura, Manuel Gutiérrez Aragón, Victor Erive y, más contemporáneamente, Pedro Almodóvar. Pero esto es en realidad la simplificación de un fenómeno mucho más vasto y complejo. El árbol es muy frondoso. Se ha dicho que el cine español es el que mayor número de temas abarca dentro de la cinematografia europea. Es cierto. Un recorrido por la producción de la última década deja ver a los directores españoles ocupándose de las más diversas temáticas, con variadísimos tratamientos. Comedia, drama social, tragedia, cine histórico, adaptación fiel de obras literarias españolas, filme de arte, tramas policiales, intriga amorosa: casi todas las tendencias tienen su caracterización y su representante en el actual cine español.
La necesidad de encontrar en el cine un medio de expresión que diera cuenta de la realidad del país, asumida no ya desde el esquemático e intrascendente entretenimiento, sino como una mirada lúcida y crítica sobre la sociedad y sus problemas, llevó a los cineastas a plantearse la definición de un estilo propio. Es lo que se reconoce en seguida en las producciones recientes: la afirmación de un carácter personal, de una manera de renovar, de una estructura individual de expresión. En Colombia es muy poco lo que se conoce de este cine, y si el público del pais no se ocupa de él no es por desinterés ni falta de empatia, sino porque está completamente ausente de nuestras carteleras comerciales.
Afortunadamente para los espectadores, el Ministerio Español de la Cultura, a través de la Embajada de España en Colombia, ha programado un ciclo en el pais que será exhibido en Bogotá, Medellin y Cali, con lo cual esa larga ausencia tendrá su contrapartida con la realización de la "Semana de Cine Español 1990". Enmarcada dentro de la organización "Quinto Centenario" y con el auspicio del Instituto de Cooperación Iberoamericana, las siete películas que conforman la muestra son un ejemplo de la esplendida variedad y gran vitalidad que muestra el cine ibérico de esta última década.
Quizás en los últimos años no se han producido tantas peliculas como en el primer lustro de los 80, pero sin duda la calidad ha alcanzado niveles de excelencia. El público en España asi lo atestigua. Los premios obtenidos en festivales internacionales son también un declarado elogio al cine español contemporáneo. He aqui una sintesis de esta "Semana de Cine Español 1990", que desde ya ha despertado una gran curiosidad en el público cinéfilo. La muestra se presentará en el Museo de Arte Moderno entre el 8 y el 14 de noviembre.
."Ander y Yul", de Ann Diez. El protagonista, tras salir de la cárcel y regresar a su casa, se reencuentra con los que fueron sus amigos. Un amor llega a tocarlo intimamente.
Pero su paso a la vida normal lo marca sobre todo su encuentro con Yul, un compañero que quizás lo sustituyó en la familia cuando fue a prisión. La sociedad, implacable, los juzgará con todo su rigor.
".Divinas palabras", de José Luis Garcia Sánchez. Es una adaptación de la conocida obra de Valle Inclán. Transcurre en 1920, en donde conviven mal el guardia civil y el mendigo, el cura y la bruja, el militar y el ácrata, don Quijote y don Juan. Y dentro de esta España destaca Galicia, patria de la avaricia, la lujuria y la muerte. Ahi están el esperpento de Valle Inclán con toda su crueldad y su sarcasmo.
".El Señor de los Llanos", de Santiago San Miguel. Trasposición del mundo hispánico al americano por medio de la travesía que encierra la instalación de un falansterio español en pleno llano venezolano, en donde el paisaje natural y humano transgrede el encierro del prostíbulo.
."Extramuros", de Miguel Picazo, basada en la obra de Jesús Fernández Santos. Se desarrolla al final del reinado de Felipe II en un convento de monjas. Adentro el hambre, la sequia y la enfermedad. El convento a punto de ser diezmado encuentra en sor Angela a su salvadora. Unos estigmas aparecen en sus manos. Pero los celos de la priora desatan una lucha por el poder que ha empezado a perder. La Inquisición, el odio y al final el triunfo del amor.
."Jarrapellejos", de Antonio Giménez-Rico. 1912. Extremadura. Pedro Luis Jarrapellejos domina hombres y haciendas. Todo lo puede, todo lo maneja, menos a Isabel, bella y humilde adolescente. Gira alrededor de un crimen y de su investigación, que revela las sórdidas manipulaciones del poder.
."Lola", de Vigas Luna. El violento y desgarrado amor de Mario por Lola termina intempestivamente cuando ésta marcha a Barcelona. Alli se casa y tiene una hija. Vive con la comodidad de la burguesía. Cinco años después de su llegada a Barcelona reaparece Mario y entonces comienza la pesadilla.
."Moros y Cristianos", de Luis G. Berlanga. Peripecias humoristicas y esperpénticas que parodian el mundo de la publicidad a través de los directivos de una fábrica de turrones que se proponen cambiar la imagen de la empresa para aumentar las ventas.
Se trata de siete peliculas, dentro de una producción muy amplia, que constituyen, en su mayoria, un ejemplo de ese nuevo cine español que se eleva por encima de la linea media de calidad. Es decir, de ese cine que propicia un viaje entrañable por la España de hoy y de siempre.