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LA PRIMA DONNA

La colombiana Martha Senn, invitada a participar en el Festival de Salzburgo.

22 de agosto de 1988

En medio de las ruinas del Imperio Austro-Húngaro, nacía en el año 1921 un festival que pretendía evocar anualmente el genio de Wolfgang Amadeus Mozart, y el lugar seleccionado fue Salzburgo, patria chica del compositor. Este festival que sólo ha cerrado sus puertas durante la Segunda Guerra Mundial, es hoy por hoy el más conservador y junto con el de Bayreuth en Alemania -que rinde culto a Richard Wagner-, el más exclusivo, grandioso y costoso de cuantos se celebran en el mundo. ¿El valor de una entrada para una función operática? 3 mil chelines,algo así como 72 mil pesos colombianos.
Por los escenarios de Salzburgo con motivo de estos festivales ha desfilado lo más granado de la música: desde Richard Strauss, cerebro de la honorífica trilogia que dio vida al evento, hasta Gustav Mahler, Arturo Toscanini, Bruno Walter, Karl Bohm y Herbert von Karajan, que han hecho parte de una extensa pero siempre archiselecta nómina de grandes de la batuta, de la escena, intérpretes vocales e instrumentistas. Sin embargo cada año,con cuenta gotas y luego de rigurosa selección, ingresan nuevos artistas. Este año, entre las elegidas, se encuentra la mezzo-soprano colombiana Martha Senn, segunda figura colombiana en llegar a Salzburgo -en 1986 debutó Alejandro Ramirez.
Para un músico, pisar Salzburgo en época de Festival es puntal en su carrera, y reviste aún mayor atractivo si se le incluye en el elenco para el día del estreno. Así, este miércoles 27 de julio, día de apertura oficial, Martha Senn subirá al escenario del teatro del Felsenreitschule interpretando el rol de "Annio", en la ópera "La clemencia de Tito" de Wolfgang Amadeus Mozart. Estará acompañada de un elenco de primera, con la orquesta Filarmónica de Viena y los coros de la ópera de Viena, bajo la dirección de Ricardo Muti, hoy director del teatro Alla Scala de Milán.
En este festival, que mantendrá abiertas sus puertas hasta el 30 de agosto, 6 óperas han sido programadas, de las cuales 4 son de Mozart: "Clemencia de Tito", "Bodas de Fígaro" (con la participación de Thomas Hampson, ese sensacional barítono que interpretó en Bogotá en un inolvidable "Barbero rossiniano"), "Rapto del Serrallo" y "Don Giovanni"; de otros autores, "Ceneréntola" de Rossini y "Moisés y Aron" de Arnold Schonberg. Estarán presentes Orquestas como la Sinfónica y la Filarmónica de Viena, Filarmónica de Berlín, Sinfónica de Londres, entre otras. En lo que atañe a directores de escena, sólo un nombre se repite, el de Michael Hampe, intendente de la ópera de Colonia, que dirigirá "Don Giovanni" de Mozart, bajo la batuta de Herbert von Karajan, y "Cenicienta" de Rossini. Hampe estuvo en Colombia hace algunos años cuando vino a Bogotá, invitado por la Opera de Colombia, y dirigió, entre otras producciones, "Cenicienta" de Rossini -creación que ahora presentará en Salzburgo. En fin, una nómina de lujo que incluye nombres como Levine Solti, Osawa, Abbado, Von Karajan, en materia de directores; Brendel, Pollini, Fischer-Diskau, Alicia de la Rocha, Pavarotti, Jessye Norman, es decir, los grandes cantantes de la actualidad. De suerte que Martha Senn estará codeándose y por méritos propios, con lo más granado de la musica de hoy, en un acontecimiento que viene a unirse al del disco que acaba de grabar en Milán, en el que interpreta el papel de "Magdalena", en la ópera "Rigoletto" de Giusseppe Verdi, con un elenco de primera linea: coro y orquesta del teatro Alla Scala de Milán, bajo la dirección de Ricardo Muti.
No queda duda. De no haber existido la Opera de Colombia, hoy fatalmente sepultada, Martha Senn sería una abogada más, empapelada en un arrume de pleitos, y no la artista de nivel internacional que día a día cosecha mayores triunfos.

María Teresa del Castillo