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| Foto: SEMANA.

EVENTO

La respuesta a la carta de Gardeazábal

Juan Diego Mejía, director ‘Fiesta del libro y la cultura’ de Medellín, contestó a la furia del escritor.

28 de agosto de 2013

Una rápida respuesta tuvo la queja del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal por no aparecer en un aviso de prensa que la séptima versión de la ‘Fiesta del libro y la cultura’ que se realiza en Medellín y que iniciará en menos de dos semanas.

“Si mi nombre honrara el certamen lo ponen en el aviso. No los honro, les estorbo, ¡les huelo a la mierda que les saben mis éxitos y mi felicidad!”, escribió el tulueño en protesta al supuesto menosprecio.

Juan Diego Mejía, director del evento, inició su comunicación con un elogio de la obra de Álvarez Gardeazábal: “No se me ha olvidado que escribiste novelas fundamentales para entendernos como nación. ‘Cóndores’ ha demostrado de qué están hechos ella y su autor y por eso, como vos, ha sobrevivido al tiempo y al olvido”.

En el escrito que Mejia tituló ‘Carta a un maestro que perdió la sonrisa’, se lamentó ante Gardeazábal de que “cuando la vida me da la oportunidad de honrar tu nombre y tu obra te molestás porque no te ves entre los más de doscientos invitados a un evento”.

“Yo te podría decir cosas que seguro ya sabés porque fuiste alcalde y gobernador, cosas como la imposibilidad física de escribir toda la programación en corto espacio, cosas como la necesidad de fragmentar la información en varios avisos, podría decirte más cosas para que no pensaras que te hemos olvidado”, se disculpó.

Mejía, finalmente, buscó acercarse al también periodista del popular espacio radial ‘La Luciérnaga’ para decirle que “Medellín, su fiesta del libro y en especial tus amigos y devotos lectores te esperamos siempre”. ¿Asistirá Gustavo Álvarez Gardeazábal al evento?

Este es el texto completo de la comunicación:

Carta a un maestro que perdió la sonrisa

Maestro Gustavo. No se me ha olvidado que escribiste novelas fundamentales para entendernos como nación. Cóndores ha demostrado de qué están hechos ella y su autor y por eso, como vos, ha sobrevivido al tiempo y al olvido. Lo tengo presente, maestro, como tampoco se me ha olvidado tu generosidad a la hora de apoyar a los escritores que empiezan. Lo hiciste conmigo una vez, y con otros que ahora brillan como estrellas. Nos diste tu impulso y no te guardaste nada. Cómo ignorarlo ahora. Cómo no decirte que esas palabras escritas en algún periódico y firmadas con tu nombre fueron una fuerza grande para tomar la decisión de dedicarnos al oficio de escribir sin importar los resultados. Pero mirá, maestro Gustavo, cuando la vida me da la oportunidad de honrar tu nombre y tu obra te molestás porque no te ves entre los más de doscientos invitados a un evento. Yo te podría decir cosas que seguro ya sabés porque fuiste alcalde y gobernador, cosas como la imposibilidad física de escribir toda la programación en corto espacio, cosas como la necesidad de fragmentar la información en varios avisos, podría decirte más cosas para que no pensaras que te hemos olvidado, pero prefiero aprovechar estas líneas para decirte que Medellín, su fiesta del libro y en especial tus amigos y devotos lectores te esperamos siempre. Te mando mi abrazo sincero.