LA SIRENITA

Prácticamente nadie le notó un error pero, en la medida que la Disney fue descubriendo que las revolucionarias técnicas digitales podían materializar los milagros más imposibles, los directores John Musker y Ron Clements dejaron crecer en sus mentes la posibilidad de meter a cirugía su éxito La sirenita para convertirla en una película perfecta.
Y es que cuando La sirenita fue estrenada en 1989 las técnicas digitales de animación estaban en pañales. Sin embargo, a pesar de las limitaciones, la película se convirtió en un fenómeno sin precedentes desde Blanca nieves y los siete enanitos 50 años atrás. De hecho, se trataba de la primera adaptación que hacía Disney desde La bella durmiente, a finales de los años 50. Así, pues, la historia de aquella joven sirenita acosada por la malvada bruja de los océanos (un grotesco pulpo cuya imagen quedará grabada para siempre en el recuerdo de cualquier niño como la bruja de Blancanieves) saltó al público provocando un estruendo que recogió cientos de millones de dólares alrededor del mundo y convirtió a La sirenita en el primer clásico animado contemporáneo.
La película es la adaptación de un cuento de Hans Christian Andersen y para su realización fueron necesarios más de 400 artistas para pintar un total de 150.000 celdas, 1.100 fondos y en general más de un millón de dibujos y bocetos previos. Las cifras fueron superadas luego en películas como La bella y la bestia, Aladino y El rey león, pero el hecho de que La sirenita hubiera sido la primera cinta animada en parecerse en sus costos a una con actores de carne y hueso la convirtió en una producción especial.
Ahora ha vuelto a la pantalla gigante con mejor sonido y mejor color gracias a las técnicas digitales contemporá-neas. Y aunque el fenómeno responde también a la guerra de mercadeo de la Disney contra la Fox y su impresionante cinta de animación Anastasia, lo cierto es que la nueva adaptación de La sirenita es un excelente pretexto para volver a disfrutarla.

El nuevo crimen perfecto
A falta de buenas tramas originales los productores de la década de los 90 han echado mano de películas de hace 30 ó 40 años que por su trascendencia se convirtieron en clásicos del séptimo arte. Sólo que hay realizadores que difícilmente se dejarían copiar, como Alfred Hitchcock, cuyas películas fueron tan particulares en su estilo que sería todo un riesgo para cualquier director contemporáneo medírsele a una nueva adaptación.
Pues eso es, exactamente, lo que está sucediendo con uno de sus clásicos, la película El crimen perfecto, protagonizada en su momento por Grace Kelly y Ray Milland. El director Andrew Davis, quien se lanzó a la fama con la cinta El fugitivo, prepara para el próximo verano boreal su versión de la historia. Por el momento sólo se conocen sus protagonistas. Se trata de Michael Douglas y Gwyneth Paltrow, esta última la joven actriz que se ganó al público con su papel en Emma.