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LAS COLECCIONES DE STUBEL Y REISS

NUEVAS EVIDENCIAS SOBRE EL DESARROLLO DE LA FOTOGRAFIA EN COLOMBIA.

11 de noviembre de 1996

La exposición de las colecciones recopiladas entre 1868 y 1877 en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Uruguay y Brasil por los investigadores alemanes Alphons Stübel y Wilhelm Reiss, la cual tiene lugar en la Biblioteca Luis-Angel Arango, incluye pinturas, mapas, minerales, cerámicas y fotografías que testimonian su dedicación a las ciencias naturales y que permiten, aunque no fuera su intención, un mejor conocimiento de algunos capítulos de la historia y del arte de los países mencionados. El principal objetivo de Stübel y Reiss era la vulcanología, pero su curiosidad y algunas circunstancias políticas les permitieron incursionar en otras áreas de la geología así como en la etnología y la arqueología. Complementan la muestra interesantes descripciones acerca de los escenarios naturales que encontraron a su paso y de sus experiencias, aunque su actitud en relación con la población a la que siempre menospreciaron _considerándose como representantes de una civilización superior ante pueblos de "mentirosos y canallas"_ le restan objetividad a sus apreciaciones. En cuanto a dibujos y pinturas la exposición presenta, aparte de mapas y trabajos topográficos, dos óleos del ecuatoriano Rafael Troya, fundador de una importante escuela artística en Ibarra, entre ellos uno en que aparece el campamento de la expedición al Chimborazo, con autorretrato incluido, y con diversos detalles sobre las condiciones del viaje. Se exhiben así mismo numerosos trabajos de acuarelistas alemanes que representan con fidelidad las cerámicas, objetos líticos y los textiles prehispánicos que los viajeros despacharon para su país, la mayoría de los cuales fueron destruidos en la Segunda Guerra Mundial. En cuanto a Colombia se refiere, la parte más importante de la muestra la componen las fotografías que ofrecen un testimonio mucho más certero que las prejuiciadas narraciones de los dos geólogos sobre los aspectos de la vida nacional. A pesar de haber sido la primera de las repúblicas visitadas, cuando Stübel y Reiss llegaron a Colombia ya se elaboraba en el país la fotografía sobre papel albúmina la cual _a diferencia del daguerrotipo y el ambrotipo que la precedieron_ provenía de un negativo que hacía posible varias copias de la misma toma. Se había iniciado además la producción de las tarjetas de visita_ pequeñas fotografías de un formato de 10 por seis centímetros_ que habían reducido los costos de la imagen fotográfica permitiendo el retrato de personas sin mayores recursos económicos. Dos establecimientos bogotanos, la librería de Torres Caicedo y la imprenta de Nicolás Pontón, se dedicaban a la venta de tarjetas de visita para coleccionistas, lo que sin duda facilitó su consecución por parte de los despreciativos y acaudalados alemanes. Aunque buen número de las fotografías incluidas ya se habían visto en el país con ocasión de la exposición Historia de la fotografía en Colombia (1983), otras no eran conocidas y complementan la información recogida en dicha muestra, en particular las que presentan indígenas de apartadas regiones con sus atuendos autóctonos y luciendo las narigueras y pectorales de oro con que se ornamentaban. Especialmente interesantes son las tomas del Salto de Tequendama, excursión obligada, como la del Puente de Pandi, para todos los extranjeros en el siglo pasado, y las vistas de Monserrate y Guadalupe sin ninguna vegetación debido a la utilización de la leña como combustible para cocinas, chimeneas, fraguas y chircales. La exposición no incluye la identificación de los fotógrafos, pero es evidente que entre ellos se cuentan Demetrio Paredes, cuyos implementos de trabajo son reconocibles en algunas imágenes y quien acostumbraba subir a Monserrate para lograr panorámicas de la ciudad, y José Gregorio Gutiérrez Ponce, primer colombiano que realizó fotos costumbristas y registró la apariencia de los personajes populares. Es posible que se encuentren además imágenes obtenidas por José María Paz, quien ya había recorrido varias regiones del país con la cámara que le trajo el general Mosquera de Nueva York, así como por el primer fotógrafo colombiano, Luis García Hevia, y por Gabriel Román Polanco, Pastor Restrepo, Antonio Martínez, Apolinar Uribe y Gabriel Pérez, quienes también hacían en esos años amplio uso del formato tarjeta de visita. Muchas de las fotos evidencian la dificultad que presentaba el registro de escenas exteriores por los efectos de la luminosidad del cielo. Si para Stübel y Reiss las fotografías ilustraban visualmente sus arrogantes informes sobre "la envidia, falsedad, pereza, suciedad y estupidez congénita y aprendida" de los suramericanos, para el público del país constituyen valiosos documentos sobre el desarrollo urbano y arquitectónico de la capital y otras ciudades como Cartagena, Popayán, Ibagué, Ambalema y Honda, sobre sus haciendas y caminos y sobre las vestimentas, oficios, utensilios de trabajo y diversiones del pueblo colombiano en la segunda parte del siglo XIX.