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LAS DOS CARAS DE BACH

Salen al mercado dos grabaciones que resumen 30 años de investigacion musicológica bachiana.

24 de agosto de 1998

Tocar Bach fue, hasta principios de los años 60, el más difícil reto que podía afrontar una orquesta. Por lo que resulta apenas obvio: se trata del más complejo y trascendental compositor de todos los tiempos. Algunos musicólogos no dudan en llamarlo 'Padre Eterno' de la música, otros lo denominan 'Quinto Evangelista'. Calificativos que nadie se atreve a poner en entredicho. A partir de la aparición del director y organista alemán Karl Richter el asunto se aclaró definitivamente: Bach simple y llanamente era cosa de especialistas y muy pocos directores sinfónicos volvieron a enfrentarlo por tratarse de un terreno altamente peligroso. Richter fue el primer gran director bachiano de la era moderna y el primero que trabajó sistemáticamente su obra, la cual fue registrada por el sello alemán Archiv, que apareció durante la posguerra casi con el propósito de llevar la obra del 'Kantor' de Leipzig al disco. Para Arkiv trabajan los expertos en música antigua; y sólo los grandes maestros graban Bach. Este es el secreto de estos dos álbumes que Arkiv lanza al mercado. El primero es la legendaria grabación del Oratorio de Navidad de 1968, dirigido por Richter, con su orquesta y coro Bach de Munich. El traslado al formato del disco compacto es una obra de arte, por pureza y atmósfera sonora. Oído 30 años después, el legado de Richter no pierde ni vigencia ni frescura. Imposible pasar por alto el elenco de solistas en la mejor tradición liederística germana: Gundula Janowitz, Christa Ludwig, Fritz Wunderlich y Franz Crass. El segundo álbum sale fresco de los hornos barrocos de Archiv: se trata de la versión de John Elliot Gardiner de la Pasión según San Mateo, probablemente el máximo legado musical bachiano en el género del oratorio. Ocurre lo propio: primero, que Gardiner es hoy la primera autoridad de este repertorio; segundo, el trabajo instrumental de The English Barroque Soloists, una auténtica joya del mejor literalismo. Y tercero, pues la selección de solistas, entre quienes hay que destacar a Barbara Bonney, Ann Sofie von Otter, Olaf Bär y Andreas Schmidt, que enfrenta la compleja parte de Jesús. Dos maneras de ver la obra de Bach y dos obras maestras de la moderna discografía.