Las sufragistas

Título original: Suffragette
Año: 2015
País: Inglaterra
Director: Sarah Gavron
Guion: Abi Morgan
Actores: Carey Mulligan, Helena Bonham Carter, Meryl Streep, Anne-Marie Duff
Duración: 106 min

Hay toda una categoría de películas –entre la que se encuentra esta– que miran con desaprobación al pasado por no alcanzar los estándares éticos del presente. Son por lo general cintas bien intencionadas que apelan más a las emociones que al pensamiento y que buscan dejar una sensación de haber superado una época medio bárbara, de haber hecho una transición de las cavernas a la luz, y de un avance suficiente para mirar sobre el hombro, con algo de condescendencia, a los desafortunados que se vieron obligados a habitar estos tiempos pasados.

Las sufragistas, que recrea la lucha de las mujeres por poder votar en la Inglaterra de comienzos del siglo XX, tiene en común con esta categoría hacer un retrato simplificado de un momento histórico complejo, reemplazando los matices por el combo ganador de heroínas para aplaudir y villanos para abuchear.
Entre las complejidades que abandona está que en ese entonces el 40 por ciento de los hombres tampoco tenía derecho al voto (había que tener un capital superior a las 10 libras) y que el objetivo inicial del voto femenino no era lograr el sufragio universal, sino permitir la participación en política de las mujeres con capital.

Al no tener en cuenta el componente económico y social del momento, Las sufragistas narra una búsqueda desapegada y solidaria que supera las divisiones sociales de estas mujeres, poniendo al mismo nivel a las esposas de los parlamentarios con las mujeres trabajadoras en las que se centra la película.

La protagonista es Maud Watts (Carey Mulligan), que trabaja desde la infancia en una lavandería donde, a los 25 años, ha llegado a ser capataz. A lo largo de la película, Watts pasa de ser una muchacha interesada en su familia y poco más a ser una activista dispuesta a arriesgarlo todo por la causa.

Es interesante la forma en que Las sufragistas retrata las relaciones entre esta muchacha pobre y sin educación formal como la farmaceuta Edith Ellyn (Helena Bonham Carter), o la inalcanzable y carismática líder del movimiento, Emmeline Pankhurst (Meryl Streep), que da discursos y se esconde de la policía.
Pero las tensiones dramáticas que podría generar esa diferencia, la forma en que estos movimientos reformistas terminan reproduciendo en su interior la estructura social que quieren cambiar, no se hace presente por el énfasis –no del todo creíble– en que la militancia ofrece una homogeneidad generosa a todos los participantes.

Otra tensión desaprovechada es la que se daba en la época entre las partidarias de la resistencia pacífica o del activismo más violento (aunque violencia acá quiere decir escaparates rotos y buzones explotados, no las versiones más descarnadas del presente). “La guerra es el único lenguaje que entienden los hombres”, dice una de las protagonistas, pero la película, centrada como está en promover una buena causa, no se esfuerza por matizar o cuestionar la efectividad del sentimiento.

Cartelera

**** Excelente  ***½ Muy buena   *** Buena   **½ Aceptable  ** Regular  * Mala

Víctor Frankenstein **1/2
Esta revisión del personaje icónico se centra en la relación entre el científico y su ayudante.

Secretos de una obsesión **
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Detective Marañón **
Película colombiana donde un detective excéntrico de ojos saltones resuelve dos casos de extorsión con más estilo que lógica.

Los juegos del hambre: Sinsajo el final ***
El final de la saga de Katniss ofrece la solución a su futuro distópico y a su complicado triángulo amoroso.