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En el teatro Metropolitano los paisas han visto clásicos como ‘Carmen’, ‘La Traviata’ y ‘El Barbero de Sevilla’. La temporada de este año cerrará con ‘Otello’ de Verdi.

ÓPERA

Lírica hasta la comuna

La Temporada de Ópera de Medellín, que tiene lugar este mes y que ya completa 17 ediciones, no solo se destaca por la calidad de sus montajes. También desarrolla una notable labor social.

Emilio Sanmiguel
17 de septiembre de 2011

De las ciudades colombianas, Medellín es la que tiene la mayor tradición lírica y, salvo el caso de São Paulo, en Brasil, es la única ciudad no capital de Suramérica que ha conseguido consolidar una temporada continua de ópera.

Los abolengos de la realización de ópera en el país se remontan a 1970, cuando un grupo de empresarios antioqueños, con Alberto Upegui a la cabeza, se lanzaron a la aventura de hacerla en Medellín, experiencia que se prolongó por dos temporadas y de la que, paradójicamente, nació la Ópera de Colombia. En efecto, cinco años más tarde, en Bogotá, el mismo Upegui lideró su creación gracias al apoyo y patrocinio de Colcultura.

La ópera colombiana nació así porque la capital antioqueña tiene una afición entusiasta y perseverante que, a la final, no se resignó a que su presentación quedara limitada a visitas esporádicas de la Ópera de Colombia.

En 1987, la ciudad inauguró su enorme Teatro Metropolitano, que vino a reemplazar al viejo y deteriorado Teatro Pablo Tobón Uribe: teatro más afición fueron el detonante para el nacimiento, en 1994, de la Fundación Prolírica de Antioquia, que desde entonces y hasta hoy se encarga de la realización anual de la Temporada de Ópera y desde 1999, de la de Zarzuela y Opereta.

Al frente de tamaña empresa están Luis Carlos Rico y Elsa Brex, una soprano argentina que llegó a Colombia en 1980 para cantar con enorme éxito El trovador, de Verdi, en la Ópera de Colombia y quien tiempo después terminó en Medellín como maestra de canto lírico.

Juntos han conseguido, con el apoyo de algunas entidades del Estado (Ministerio de Cultura, Empresas Públicas de Medellín, Gobernación de Antioquia y Alcaldía de Medellín) y de la empresa privada (Suramericana de Seguros y Bancolombia), hacer temporadas con un mínimo de dos títulos por año. La de este año comenzó con Un baile de máscaras y le siguió una excepcional gala lírica que tuvo sobre el escenario, junto a los cantantes internacionales invitados, voces nacionales del prestigio y trayectoria de Martha Senn y Sofía Salazar.

"Hemos logrado el milagro de que la ópera sea una realidad en la ciudad, pese al asfixiante centralismo de Bogotá, sin claudicar en asuntos artísticos -aseguran Brex y Rico-. Hoy podemos presentar un balance de magníficas producciones y grandes voces internacionales que han trabajado hombro a hombro con el talento nacional para traer las óperas más populares, como 'Carmen', 'La Traviata' o 'El barbero de Sevilla', y las más exigentes, como 'Aida' y 'Norma', o las de este año: 'Un baile de máscaras' y 'Otello'".

Y es que la propuesta de Prolírica va más allá de lo que se canta en el difícil escenario del Metropolitano. "Somos conscientes de que estamos en Medellín y de su realidad. Luchamos por acercar la lírica a todos, por dos caminos: evitar el elitismo de que se la acusa, con una boletería que va de 25.000 a 60.000 pesos, y con nuestra segunda sede".

La "segunda sede", la más significativa, está en el corazón de la comuna 8, una de las más difíciles de la ciudad. Allí trabajan en alianza con la organización Celestial Symphony, para enseñar y educar musicalmente a niños que de un tiempo para acá ya participan en el espectáculo.

En suma, son ya 17 temporadas de ópera y 11 de zarzuela. Un balance meritorio que pronto llegará a las cincuenta producciones, sin contar las innumerables galas o conciertos antológicos de arias y romanzas, como el del pasado viernes. La temporada cerrará con Otello, de Verdi, el 21 y 23 de este mes.