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Los cuatro fantásticos

La adaptación del exitoso cómic de Marvel no es más que un astuto punto de partida.**

24 de julio de 2005

Título original: Fantastic Four.
Año de producción: 2005.
Dirección: Tim Story.
Actores: Ioan Gruffudd, Michael Chiklis, Jessica Alba, Chris Evans, Julian McMahon, Kerry Washington. Los estudios de Hollywood (y, de acuerdo con un artículo publicado hace poco en El Tiempo, los distribuidores, los teatros y los productores de todo el mundo) están sumamente preocupados por la pobre asistencia a los cines del planeta durante este 2005. Les echan la culpa a la piratería, a la televisión, al DVD. Pero, la verdad es que en los últimos meses se han estrenado muy pocas películas estadounidenses que justifiquen el altísimo precio de la boleta. Tan usual es ver obras mediocres, y tanto han bajado nuestras expectativas, que Los cuatro fantásticos, una adaptación sin pretensiones del cómic que lleva el mismo título, en un primer momento nos parece mucho menos mala de lo que se veía en los cortos de promoción. Nos divierte a pesar de sus situaciones forzadas. Nos ayuda a pasar el rato a pesar de sus actuaciones débiles y su trama que nunca llega. No llega, claro, porque la idea ha sido dejar el terreno listo para una segunda parte, limitarse a mostrar cómo aquellos personajes se trasformaron en seres extraordinarios por cuenta de un experimento fallido a bordo de una estación espacial: cada vez que resulte necesario, gracias a una extraña modificación en las estructuras de sus códigos de ADN, el científico Reed Richards puede convertirse en un hombre elástico; el comandante Ben Grimm, en una mole de piedra; la asesora Sue Storm en una mujer invisible y el piloto Johnny Storm, en una bola de fuego, pero el problema de fondo, la pregunta que se toma la película hasta el final, es si los cuatro serán capaces de hacer las paces con sus nuevas naturalezas. La respuesta es "sí".