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MARLRAUX , DROGO

17 de febrero de 1997

La panteonización en noviembre pasado de André Malraux es decir, el traslado de sus restos al Panteon parisiense donde reposan los inmortales desencadenó toda índole de homenajes. Y entre ellos una estampilla de correos, en la que se reproduce la famosa foto del escritor y ministro de Cultura realizada por Gisèle Freud, pero con un maquillaje que el observador detecta al instante: por arte de magia Malraux dejó de fumar. Y a propósito, tal vez la única anécdota interesante que traen las memorias de Brigitte Bardot es cuando cuenta que conoció a Malraux en Verriéres, en una cena en el castillo de Louise de Vilmorin. Y apunta: "Parecía fuera del tiempo, tartamudeaba, tenía los ojos rojos y húmedos, el labio colgando, hablaba balbuceando y estaba tembloroso. Yo estaba decepcionada. ¡Supe que estaba drogado!". Y ahora resulta que ni siquiera fumaba.