Home

Cultura

Artículo

"ME SIGUEN LLOVIENDO OFERTAS"

GLENN FORD: ENTREVISTA

23 de noviembre de 1987


Con 71 años cumplidos y más de 230 películas filmadas, las que lo convierten en el actor vivo más activo, Glenn Ford es como uno de esos fantasmas que Hollywood desempolva de vez en cuando con el fin de hacerle comprender a las nuevas generaciones de espectadores cómo es "el otro cine", el que no tenía escenas explícitas de sexo, violencia y perversiones sino, historias y personajes bien contados. SEMANA habló con el actor durante el reciente festival de cine en la ciudad española de San Sebastián, hasta donde llegó siguiendo los pasos de su amigo Gregory Peck, quien el año pasado había recibido el premio cinematográfico "Donostia". 47 años después de haberle propinado a Rita Hayworth la bofetada más famosa en la historia del cine, en una de las escenas finales de la película "Gilda", el actor norteamericano tiene que seguir respondiendo sobre las consecuencias físicas y sentimentales de ese golpe, pocos meses después de la trágica desaparición de la actriz.

SEMANA: ¿Es cierto que nunca se lavó la mano derecha después de la bofetada? Y la respuesta, al parecer, es idéntica.
GLENN FORD: No me he lavado la mano derecha desde entonces. Pero, un momento, siempre me presentan a mi como el agresor cuando resulta que fue ella quien me golpeó primero y hasta donde sé, sí se lavó las manos.
S.: Cuando filmaban "Gilda", usted y Rita sabían que estaban haciendo un clásico?
G.F.: No, simplemente sabíamos que la película era excelente porque tenía un buen tema, y el director (Charles Vidor), supo convertir aún los momentos más simples de Rita en alardes de actuación y sensualidad.
S.: ¿Qué recuerda de ella?
G.F.:Es la mujer más mujer que he conocido jamás. Actualmente las mujeres para causar impacto tienen que desnudarse totalmente y en cambio ella, con sólo quitarse un guante negro ya producía una oleada de placer en el espectador.
S.: Las escenas de amor de "Gilda" reflejan la pasión de ustedes dos...
G.F.: Nosotros nos amábamos y hay momentos en que la carga emocional de las escenas es tan grande, tan real, tan vivida que el espectador menos avisado la descubre.
S.: ¿No se cansa de que le hablen de "Gilda" y Rita todo el tiempo?
G.F.: Me preocuparía si fuera una pésima película, pero en verdad es una obra maestra y cuando la menciono, me sirve para recordarla a ella. Su muerte me conmovió mucho, éramos muy amigos, vivíamos a pocos pasos de distancia y siempre la quise.
S.: ¿Cómo mira el cine actual?
G.F.: Lo encuentro cargado de una violencia innecesaria, hay demasiada vulgaridad, han convertido el sexo en un tema sucio y despreciable. En mi época la violencia iba en los diálogos, en los gestos, en la misma tensión que se iba creando.
S.: ¿Cómo ha resistido tanto en el cine?
G.F.: Bueno, siempre me preguntan cómo he sobrevivido y siempre doy la misma respuesta: he podido sobrevir gracias a la compañía de buenos actores y al trabajo con buenos directores.
S.: ¿Tiene alguna película favorita en su carrera?
G.F.: Hay dos películas que recuerdo con afecto: "La casa de té de la luna de agosto" con Marlon Brando y "Jungla de asfalto" porque la dirigía Richard Brooks.
S.: Algunos críticos lo consideran acabado, como una reliquia...
G.F. :Al contrario, siguen lloviéndome ofertas pero escojo sólo las que me interesen más, las que no exijan grandes desplazamientos.
S.: ¿Qué diferencias encuentra entre el Hollywood de ahora y el de su época?
G.F.: Varios años atrás los estudios estaban dominados por una sola persona, un magnate que sabía imponer su estilo, su personalidad a las películas que se hacían. Ahora los estudios se han convertido en grandes corporaciones manejadas por jóvenes que saben poco de cine.
S.: Cuál es su genero favorito?
G.F.: Los vaqueros.
S.: ¿Alguna razón especial?
G.F.: Me gusta mucho montar a caballo, estar al aire libre, lidiar con vacas. Yo tengo ganado en Estados Unidos y Argentina y pienso que algunas de las mejores películas que he filmado forman parte de este género y además, lo aprendí, a cabalgar y enlazar reces con un gran actor, Will Rogers, quien me enseñó todos los trucos posibles.
S.: ¿Políticamente, cómo está usted ubicado?
G.F.: Soy norteamericano.
S.: ¿Qué piensa del presidente Reagan?
G.F.:Somos muy amigos, conozco bien a su esposa Nancy y nos vemos con alguna frecuencia
S.: Pero, políticamente, ¿qué piensa de él?
G.F.: Lo único que puedo decirle es que no me gusta Gary Hart.--