MELODRAMA CON ESTILO

"Carmen", la película de Saura, reúne todos los elementos que se le suelen reprochar al melodrama

5 de marzo de 1984

Por qué "Carmen" ha adquirido el rango de obra cultural? ¿Por qué los amantes de la ópera ven una y otra vez la versión que hiciera Bizet y ahora discuten con ardor si la película de Saura-Gades es fiel o no a Merimée? Si se mira bien "Carmen" no es sino una tragedia melodramática, tiene todos los elementos que se le suelen reprochar al melodrama, ese género tan subvalorado: el amor entre dos edades, la rivalidad entre dos mujeres por el mismo hombre, los celos como factor principal del drama, la fuerza del destino que arrastra irremisiblemente a los protagonistas a su destrucción o a su felicidad. La ópera y la película envuelven estos elementos en una atmósfera estilizada, pero ahí están.

¿COMO ESTILIZA SAURA?
Carlos Saura mezcla en la película la ficción del drama que está montando con la relación que está viviendo en la realidad con la actriz que representa a Carmen y que tiene el mismo nombre. Esta mezcla logra momentos excelentes en que uno no distingue sobre la marcha de la película si es representación o realidad, si están ensayando el montaje o es una situación real. Entre otras cosas porque los dos dramas se llevan a cabo en el salón de ensayos del grupo de Gades pero también porque el ritmo que le impone Gades a los bailes en los ensayos sigue la dinámica de la relacion que tiene en ese momento con la actriz Carmen.
Ese es el mecanismo básico de estilización que utiliza Saura, mecanismo que funciona muy bien a pesar de haber sido utilizado tantas veces en el teatro, en la novela y en el mismo cine. Recientemente lo vimos en televisión en la versión de "La Tía Julia y el Escribidor", la realidad de los personajes puesta en relación con la ficción (las radionovelas, en La Tía Julia, el montaje de la ópera, en "Carmen").
Todo funciona a las maravillas hasta el momento en que Carmen, la actriz, le dice a Gades que ella es libre. Ahí nos acordamos que en la obra original la libertad es la fuerza de Carmen, aspecto que en la película está desdibujado porque se ha preocupado más por describir a Antonio Gades -su crisis de edad, su capacidad creativa, su personalidad- que por construir una Carmen arrolladora que lo conduzca a la destrucción. Por eso la frase de Carmen, soy libre, nos suena falsa, porque no la hemos visto como expresión de un impulso de libertad. La película no ha debido llamarse "Carmen" sino "Antonio". El es el eje de los conflictos. Este desplazamiento del eje puede explicar el desengaño de los amantes del mito de "Carmen", el de la novela y el de la ópera.

CARMEN Y ALEX
Cuando vi el teatro lleno de jovenes se me ocurrió que podían ser los mismos que días antes habían vibrado con los bailes y la música de Alex, en Flashdance. No pude satisfacer la curiosidad de saber si esto era o no cierto, pero la posibilidad no tiene nada de absurdo, en primer lugar porque nuestro gusto tiene muchas facetas que se pueden satisfacer con obras aparentemente antagónicas: cuando entramos a ver Flashdance nos colocamos en una posición, surge una faceta de nuestro interior, una forma de ver y organizar el mundo, y cuando vamos a "Carmen" lo hacemos desde otra faceta, nos colocamos en otra posición y surge otra forma de ver el mundo que convive con la primera.
En segundo lugar, porque, aunque parezca una profanación, existen algunas semejanzas entre Carmen y Alex. Las dos aspiran a ser grandes bailarinas las dos tienen un amor que las apoya, las dos tienen una sensibilidad inmensa que las hace vibrar ante la música y la danza, las dos logran realizar su deseo. La diferencia está en que mientras Carmen practica un baile aceptado como expresion cultural, Alex baila algo que todavía no ha entrado en lo que clasificamos como cultura.
Pero la gran diferencia no está en los personajes ni en lo que éstos hacen, ni siquiera está en que al triunfo de Alex sigue el amor y al de Carmen la muerte. Está en esa fuerza irracional que conduce a todos los seres de "Carmen", el fatalismo que hace que Antonio encuentre tarde a Carmen y que los mueve a los dos a seguir paso a paso el camino de la tragedia que están representando en la ópera. Esa lucha entre lo previsto, lo racional y lo irracional es lo que explica que "Carmen" se haya convertido en mito, y es lo que le dio base a Saura para trasladar esa dicotomía al arte: todo en él está programado, Gades diseña y ensaya al milímetro cada paso y movimiento de la escena, pero de pronto ésta adquiere vida propia y su fuerza irracional termina dominando a la vida real de los personajes. La ausencia de ésta dimensión explica que mañana Alex pueda ser reemplazada en interés por otra protagonista de otra película, de la misma manera que Alex reemplazó a los personajes de "Fiebre de sábado por la noche".
La existencia en "Carmen" de dimensiones como la del hombre de edad que requiere la presencia de la joven para sentirse vivo, la del conflicto entre el ser posesivo y el libre, la de la rivalidad sentimental y los celos, la del baile como expresión sensorial de los sentimientos, permite, a su vez, que la película pueda ser vista y gustada desde otros puntos de vista distintos al del conflicto entre lo racional y lo irracional.