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MI FAMILIA

A pesar de sus tintes hollywoodianos, un relato sugerente y sensible sobre el desarrollo de una familia de chicanos.

1 de enero de 1996

DIRECTOR: GREGORY NAVA
PROTAGONISTAS: ESAI MORALES, JIMMY SMITS, EDWARD JAMES OLMOS
La colonia latina en Estados Unidos ha crecido de tal forma en las últimas décadas que el fenómeno ha pasado a ser parte integral de la historia de ese país. Sociólogos, investigadores, novelistas y cada vez más cineastas andan volcados sobre el tema para reelaborar teorías, medir con mayor exactitud la penetración de las diversas culturas en el territorio estadounidense y entender mejor su desarrollo social.
En el cine, directores jóvenes como Spike Lee, con sus películas Haz lo correcto y Fiebre de selva, y otros no tan jóvenes, como Taylor Hackford con Sangre por sangre, han impulsado con éxito el tema, a tal punto que productores de la talla de Francis Ford Coppola, quien de alguna manera había explorado el fenómeno con la colonia italiana en El padrino, se han interesado en realizar películas al respecto.
Precisamente el director de El padrino fue quien patrocinó al chicano Gregory Nava para que llevara a la pantalla su visión personal de la migración mexicana a Los Angeles y el nacimiento de la colonia chicana en la convulsionada ciudad californiana. Tal es el punto de partida de la película Mi familia, un relato íntimo de la historia de José Sánchez, una especie de patriarca mexicano que llegó a Los Angeles en los años 20 dispuesto a ver nacer una familia. Narrada por uno de sus hijos, la película es la historia de tres generaciones de los Sánchez, con todas las dificultades, las tragedias y las alegrías que puede vivir una familia a lo largo de casi un siglo en un ambiente extraño que quieren llegar a sentirlo como patria.
Sin ningún drama adicional al cotidiano agravado por la tácita situación de desplazo a la que se ven abocados los chicanos en Estados Unidos, Nava plantea la historia natural de una familia desde el punto de vista latino pero sin tomar partido, una virtud que hace de Mi familia una película aplomada y sugerente, a pesar de sus trucos hollywoodianos, sobre un tema que reclama cada vez más atención cinematográfica.

A PASOLINI
DESDE LA SEMANA PASADA EL Instituto Italiano de Cultura, con la colaboración de varias instituciones culturales, entre ellas la Casa de Poesía Silva, la Biblioteca Luis-Angel Arango y la Casa del Teatro Nacional, viene desarrollando diversas actividades alrededor de la figura de Pier Paolo Pasolini, poeta, ensayista, novelista, dramaturgo y director de cine italiano, quien murió trágicamente hace 20 años.
En la Luis-Angel Arango estará expuesta esta semana la muestra fotográfica titulada 'Recorrido cinematográfico de Pier Paolo Pasolini', mientras la Casa del Teatro Nacional presentará, hasta el 15 de diciembre, un excelente ciclo de películas del autor italiano. Se trata de las 14 cintas más importantes de Pasolini, presentadas en video, incluido un documental sobre su vida. Un gran homenaje a uno de los más polémicos directores de los últimos 50 años.

ASESINO VIRTUAL
Descabellada y aburrida propuesta sobre los riesgos de la realidad virtual.
DIRECTOR: BRETT LEONARD. PROTAGONISTAS: DENZEL WASHINGTON, KELLY LYNCH, RUSSELL CROWE, STEPHEN SPINELLA, WILLIAM FORSYTHE, LOUISE FLETCHER.
LA IMAGINACION alrededor de la realidad virtual ha llegado a extremos fascinantes, dignos de explotación cinematográfica. Sin embargo existen riesgos como el que corrió el director Brett Leonard con Asesino virtual, quien tal vez confió demasiado en lo que podía hacer el tema por sí solo de la mano de un reconocido actor: Denzel Washington.
No obstante, ni el intérprete de Malcolm X pudo rescatar una cinta que está condenada desde el comienzo. Descuidada en la trama y sin ningún respaldo coherente en la hipótesis que le da vida, Asesino virtual está ubicada en 1999 y es el relato de un ex policía en combate contra un peligroso criminal que, creado por computador para un programa de realidad virtual, ha sido liberado por su inventor para verlo actuar en la vida real. Pero no es necesario recorrer toda la cinta para saber en qué va a terminar el problema. Casi ni vale la pena.
Los traumas del policía y las extravagancias sicopatológicas del homicida se mezclan en una película de acción débil y aburrida, cuyos personajes no tienen nada que ofrecer al espectador, ni siquiera novedosos efectos especiales. Es una persecución predecible y tediosa de la cual quedan muy pocas escenas rescatables. Quizás ninguna.
Tal vez lo único que anuncia el filme es el propósito de Hollywood de medírsele con ímpetu a temas que, como la realidad virtual, sin duda son un pretexto magnífico para alimentar la fantasía de los genios de la ciencia ficción. Por ahora existen películas como Asesino virtual, pero es seguro que antes de que termine el siglo, gracias al computador el cine habrá creado un banquete inimaginado por el espectador de hoy.