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MIENTRAS DORMIAS

Romántica, divertida y bien interpretada, esta película confirma la revitalización de la comedia clásica.

9 de octubre de 1995

DIRECTOR: JON TURTELTAUB. PROTAGONISTAS: SANDRA BULLOCK, BILL PULLMAN, PETER GALLAGHER, PETER BOYLE.
HACE DOS AÑOS, por cuenta de la película Sintonía de amor (Sleepless in Seatle), el género de la comedia romantica revivió en Hollywood. Cansados de la violencia y la sofisticación de los efectos especiales que habían saturado el mercado, algunos productores decidieron impulsar de nuevo un tipo de cine que había sido todo un éxito en los años 40 y 50, utilizando para ello a los mejores actores del género.
Como en los últimos años la mayoría de los comediantes estadounidenses se han caracterizado más por sus muecas que por su actuación, los opcionados a revivir la comedia romántica eran más bien pocos. Entre ellos, Tom Hanks y Meg Ryan estaban sobrados de lote. El primero había demostrado sus dotes de comediante excelso en Quiero ser grande. La segunda le dio la vuelta al mundo gracias a Harry y Sally. Juntos en Sintonía de amor lograron devolverle a Hollywood la diversión de antaño y, de paso, estimular un género que estaba en crisis. Hoy la comedia romántica está de moda. El último éxito ha sido Beso francés, con Meg Ryan y Kevin Kline a la cabeza del reparto. Y a ésta se le une ahora Mientras dormías (Whileyou were sleeping), del director Jon Turteltaub.
Como en las dos anteriores, la película trata de alguna manera el tema del amor verdadero y de si en realidad puede nacer a primera vista. En esta oportunidad la historia se centra en una joven taquillera de metro (Sandra Bullock) que ha elegido al hombre de su vida entre los frecuentes pasajeros que suelen comprarle el tiquete de viaje diariamente. Mientras logra su propósito, toda una comedia de equivocaciones la hará acercarse de una forma muy singular a su prometido, a quien sólo conoce de vista.
La cinta mezcla con armonía los ingredientes básicos de la comedia clásica en la preparación de un plato para todos los gustos, que en última instancia busca la unión de dos seres hechos el uno para el otro. Durante todo este episodio romántico y divertido, sobresale la figura de una actriz que se está convirtiendo en la sensación del cine estadounidense: Sandra Bullock, la misma de Maxima velocidad (Speed) y quien comparte el papel protagónico al lado de Bill Pullman, el cazafantasmas de Casper. Su cara de niña ingenua y su carisma en la interpretación, además de su belleza natural, son capaces de enamorar al público.
En medio de la revitalización de la comedia, Mientras dormías rescata la inocencia humana y el amor como antídotos mágicos de la comedia contra la maledicencia típica del cine contemporáneo, y de paso contribuye e en gran medida a la revitalización de un género al que sólo le hacía falta buenos libretos y buenos actores para volver a la vida.

DE AMOR Y DE SOMBRA
Basada en la novela de Isabel Allende, otra película más sobre los desaparecidos de Chile.
DIRECTORA:BETTY KAPLAN
PROTAGONISTAS: ANTONIO BANDERAS, STEFANIA SANDRELLI, PATRICIO CONTRERAS, SUSANA CONTINEZ Y CAMILO GALLARDO.
TRADUCIDA A 21 idiomas y con millones de lectores en todo el mundo, La casa de los espíritus se convirtió en todo un suceso editorial, una vez salió al público en 1982. Con ella también se despejó el camino literario de su autora, la chilena Isabel Allende, quien además de su triunfo tuvo el honor de ver su obra maestra en pantalla gigante a manos de uno de los directores más prestigiosos del momento: Billie August.
Ahora, otra novela suya llega al cine, esta vez bajo la dirección de Betty Kaplan y la participación del cotizado Antonio Banderas: De amor y de sombra. Con menos presupuesto y en contraste con La casa de los espíritus, la cinta de Kaplan deja atrás la gran epopeya chilena del siglo XX para centrarse en exclusiva en el período dictatorial del general Augusto Pinochet. Las atrocidades cometidas por el régimen -sobre las cuales ya han confesado importantes militares de aquella época- en aras de la purga de comunistas e insurrectos, son narradas a través de la historia de un fotógrafo entregado a la causa humanitaria (Banderas) y una periodista aristócrata que, salida de la jaula de cristal que le ofrece su familia, termina comprometiéndose con la verdadera realidad de su pueblo.
Aunque el carácter de denuncia enunciado desde el comienzo del filme confirmado por la propia Isabel Allende en la introducción de su novela- justifica la película como documento testimonial, desde el punto de vista cinematográfico De amor y de sombra no se diferencia en mucho de las decenas de filmes que se han realizado sobre los desaparecidos de Chile y Argentina. Incapaz de proponer una fórmula distinta y atractiva, la directora, nacida en Nueva York pero criada en Venezuela, se limita a la narración plana de los acontecimientos, descuida los personajes y no crea ninguna solución dramática para independizar la película de su valor documental.
Si es respetuoso y válido el objetivo de seguir escarbando las heridas para que los horrores del pasado no se olviden con facilidad, también lo es que en el cine una historia necesita algo más que hechos para completarse, más aún cuando se trata de un episodio suficientemente conocido,por lo menos en Latinoamérica.