Mucho más que una racha

Apenas lleva han pasado 4 años y medio desde que el caleño Luis Bolívar tomó su alternativa. Sin embargo, tiene la carrera más consistente de los toreros colombianos de la actualidad, como lo demostró durante una buena temporada europea en 2008 y tras sus más recientes triunfos en Cali (tres de sus cuatro corridas fueron con salidas a hombros y ganó el premio Señor de los cristales como el mejor torero del a feria ) y en Manizales. Muchos han dicho que es el sucesor de César Rincón. Y apenas está empezando.

Semana: ¿Es este el mejor momento de su carrera?
Luis Bolívar: Siempre hay buenos momentos. Ahora estoy en uno de madurez en el que estoy terminando de crecer y se ve la evolución.

Semana: ¿Cómo se le saca el jugo a un toro que no está muy entregado?
L.B.: Si al toro le falta transmisión y entrega, le toca ponerla a uno. Eso es de parte y parte; hay que intentar ponerle emoción y arriesgarse ante el animal.

Semana: ¿Cuáles son las principales diferencias de las plazas Colombianas? ¿Qué implica por ejemplo, torear en Cali, Manizales, Bogotá o Cartagena?
L.B.: Cada plaza tiene su forma de ver el toreo, de sentirlo y eso es lo bonito. Si todo fuera igual sería muy aburrido. Pro ejemplo, en Cali se nota el calor y la alegría de la gente, mientras que en Medellín les gusta mucho la seriedad de un torero.

Semana: ¿Cómo es salir a torear cuando hay tantas expectativas del público?
L.B.: Es mucha presión, pero bueno, es donde realmente se ve quién tiene la capacidad de superarla. Lo bonito es ver quién es más entregado para que la gente lo valore más

Semana: Aún es pronto para que usted apadrine a alguien, pero, de poder hacerlo, ¿de cuál de los toreros que están a punto de tomar su alternativa le gustaría ser padrino?
L.B.: No he visto muchos novilleros aquí en Colombia, pero si viera al primero con ganas de funcionar, sería el primero en apadrinarlo. Hay uno que me ha llamado la atención, Luis Miguel Londoño, de Medellín, que tiene unas condiciones muy buenas. Lo he visto dos o tres veces tentando becerras.

Semana: En la penúltima corrida en Cali, el público parecía inclinarse por darle las dos orejas, mientras que el presidente se decidió por una. ¿Qué cree que pasó?
L.B.: El presidente está para eso, para otorgar la orejas dependiendo de la labor de uno. Si cree que solo merecía una, pues ya está. No hay que darle más importancia sino a lo que pasa en el ruedo

Semana: En contraste con las hazañas de Cali, ¿qué pasó durante la corrida del 5 de enero en Cartagena?
L.B.: Lo que pido es disculpas a la afición porque de esta manera lo que estamos haciendo es echar a la gente de la plaza. En parte somos culpables nosotros por permitir que las cosas se lleven como se llevaron en Cartagena porque no hubo buena organización.

Semana: ¿Cómo es eso de ser el único torero latinoamericano que ha toreado toros de la ganadería de Victoriano Martín?
L.B.: Un torero puede tomarse cuatro años seguidos en conocer estos animales. Me he especializado en entender ese tipo de toro que he tenido en 27 corridas. Es un toro muy complicado y fiero que no permite ningún error. La exigencia es más que la de un toro “comercial”.

Semana: ¿Cómo es para usted verse triunfador en su ciudad?
L.B.: Es muy bonito. Es la ciudad en la que aprendí a torear. La exigencia es el doble y da mucha ilusión porque uno cuando era niño se imaginaba salir de esa plaza en hombros.