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Música para todos los (buenos) gustos...

Antologías, zarzuela, música de cámara, ciclos completos, la buena música siempre es el gran regalo, no la manera fácil de salir del paso...

Emilio Sanmiguel
10 de septiembre de 2001

Chopin
The Nocturnes
Maria João Pires, piano
Deutsche Grammophon

La grabación de la portuguesa Maria Joao Pires de la totalidad de los Nocturnos de Federico Chopin (incluidos los opus póstumos) justifica bien que se la haya escogido dentro del selecto grupo de los grandes pianistas del siglo XX como “uno de los poetas y virtuosos” del instrumento. Pires toca la compleja colección chopiniana con controlada expresividad (algo no muy frecuente) y una admirable destreza técnica que ni por un instante cae en la ostentación. Evidencia su sincera preocupación por el sentido cantabile que ella resuelve con un sólido e imaginativo fraseo, una magistral destreza en el manejo de los pedales y un sonido aterciopelado y uniforme. Punto a favor: el libreto explicativo viene con traducción al español.

Federico Moreno
Torroba
Luisa Fernanda • Villarroel · Domingo · Pons · Rodrigo • Coro de la U. Politecnica de Madrid • Orq. Sinfonica de Madrid. Antoni Ros Marba • Audivis Valois. Sport Music

Para no darle vueltas al asunto se trata de la mejor versión grabada de la más grande de las zarzuelas de Moreno Torroba: Luisa Fernanda. Y no es para menos porque cuenta con un elenco de lujo, que encabeza la soprano chilena Verónica Villarroel como Luisa. El tenor Plácido Domingo es Javier, el barítono Juan Pons canta la parte de Vidal y la soprano Ana Rodrigo es Carolina. En la calidad del resultado Domingo desempeña un papel decisivo porque sinceramente siente el género, lo sabe cantar y está en magníficas condiciones vocales. Antoni Ros Marbà, en la dirección, logra con coherencia recrear las escenas de comicidad, tensión dramática, lirismo, melodrama y también lo estrictamente pintoresco, como su deliciosa y chispeante Mazurca de las sombrillas, justamente el trozo más popular de la obra.

Classic Yo-Yo
Yo-Yo Ma, violonchelo
Sony Classical

Yo-Yo Ma, nacido en París, educado en Estados Unidos y de ancestro oriental, es el más extraordinario violonchelista de su generación, uno de los más grandes (¿el más?) de nuestro tiempo y el más versátil de todos. Su repertorio recorre los más diversos géneros con una categoría y una altura que a la fecha aparentemente nadie (sensato, por supuesto) se atreve a poner en tela de juicio. Tal parece es el espíritu que anima esta antología que recoge facetas tan diversas como el Preludio de la Suite Nº1 de Bach para chelo solo, el final de la Sonata Op.99 de Brahms con Emmanuel Ax (piano), tangos de Piazzolla y el Vocalise de Rachmaninoff con Bobby McFerrin. Pasa por obras de Fauré, Dvorak y Gershwin, hasta llegar a la música contemporánea de Edgar Meyer (Appalachian Journey) y Tan Dun (El tigre y el dragón). Magnífica antología de un grandísimo artista.

Neujahrskonzert in Wien
Kathleen Battle, soprano
Wiener Philharmoniker Herbert von Karajan Deutsche Grammophon

Todos los primeros de enero, a las 11 de la mañana, la Filarmónica de Viena se presenta en la Musikverein de Viena, que es su sede. Su programa gira exclusivamente alrededor de la obra de Johann Strauss padre, Johann Strauss II, el ‘rey del vals’, y su hermano Josef. La orquesta, que selecciona con muchísimo cuidado quién debe dirigirla en la más tradicional de sus actuaciones: la de Año nuevo, con oberturas, polcas y valses vieneses, escogió en 1987 a Herbert von Karajan, quien dirigió gloriosamente, entre otros, la obertura Die Fledermaus, el Danubio azul y la Marcha Radetsky. Pero el momento memorable se dio cuando la soprano norteamericana Kathleen Battle cantó, como un ángel, el difícil vals de Strauss II Voces de primavera... oírla es un placer... y debería ser un deber.

Mozart
Gran Partita
Harmonie de l’Orchestre des Champs Elysées Philippe Herreweghe, dir. Harmonia Mundi. Sport · Music

Mozart llevó el género de la serenata a su máximo esplendor. Baste recordar la célebre Pequeña serenata y la magistral Serenata Haffner, cuya popularidad opaca otra de sus obras maestras, como la Serenata Nº10 en si bemol mayor K.361 ‘Gran Partita’, que en ciertos aspectos las aventaja en originalidad. Escrita para 12 instrumentos de viento y contrabajo, es una de las obras más coloridas e inspiradas de todo el clasicismo. Philippe Herreweghe dirige el grupo Harmonie de la Orquesta de los Campos Elíseos en la Gran Partita y consigue una versión gloriosa (bastaría escuchar el Adagio); hay cuidado en el estilo y fluidez y equilibrio en el diálogo entre instrumentos de madera y de metal. El complemento no es menos exquisito: la Serenata Nº12 Nacht Musique K388, también de Mozart, también para instrumentos de viento y también formidablemente recreada.

Billy Joel
Fantasies & Delusions
Richard Joo, piano
Sony Classical

En definitiva es una de las mayores sorpresas de fin de año. Y de paso una de las más gratas. Billy Joel, que para salir con un lugar común, no debería necesitar presentación, irrumpe (y de qué manera) en el género clásico, si es que cabe la palabra, con esta colección de obras para piano que ha catalogado con los opus 1 a 10. ¿Clasicismo? Bueno, francamente no. Esa sería una palabra equivocada para una colección que revela, primero, una gran imaginación, y segundo, dominio del instrumento, el cual trabaja desde una óptica muy personal e íntima, que sugiere relaciones muy sutiles con legados como el de Bach, el fin del siglo XIX y primeras décadas del XX; Debussy, Ravel e inevitablemente Satie. ¿Lo mejor? Que a Joel no parece preocuparlo estar al día en materia de vanguardismos y prefiere ser muy pianístico, en melodía, en tonalidad, en armonías y hasta en los títulos: Reverie, Invención en do menor, Fantasía, Suite para piano. También el intérprete es un acierto: Richard Joo, toca con autoridad y con hermoso sonido. Un disco exquisito.

Essential Beethoven
24 diferentes fragmentos
Decca

En el mejor sentido de la palabra es una puerta grande para formarse una justa idea de la obra, legado y diferentes facetas del mundo creativo de Beethoven y reúne intérpretes de primera línea. De lo ‘archipopular’ está el Allegro de la Quinta Sinfonía (Concertgebouw de Amsterdam), el Allegretto de la Pastoral (Staatskapelle de Dresden), el final del Coral de la Novena (Filarmónica de Viena) y Para Elisa (Vladimir Ashkenazy, piano). Hay obras menos previsibles, como el movimiento final de la Sonata Tempestad (Stephen Kovacevich, piano) el primero de Claro de luna (Ashkenazy), la Obertura Egmont (Filarmónica de Viena) y la Bagatela Op.126 Nº6 (Alfred Brendel, piano). Las sorpresas: el Cuarteto del acto I de Fidelio (Hildegard Behrens entre los solistas y la Sinfónica de Chicago), el Scherzo del Septeto Op.20 (Octeto de la Filarmónica de Berlín) y la Cavatina del Cuarteto Op,130 (Quartetto italiano).