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Aunque Pablo di Santis es una de las grandes figuras de la literatura argentina, y su obra ha sido traducida a 12 idiomas, es muy poco conocido en el resto de países de América Latina

Literatura

‘No soy un autor masivo’

El escritor argentino Pablo de Santis ganó el premio Iberoamericano Planeta-Casa de América de Narrativa, con su novela ‘El Enigma de París’, una historia policial que ocurre durante la Exposición Universal de 1889.

5 de mayo de 2007

Un jurado integrado por los escritores Juan Gossaín, Eduardo Mendoza y Juan Villoro le otorgó el Premio Iberoamericano Planeta-Casa de América de Narrativa al escritor argentino Pablo de Santis, por su novela El enigma de París. Es una historia de detectives que transcurre durante la Exposición Universal de 1889. El protagonista es un joven de 20 años, ligado a un detective argentino que no puede ir a la exposición a reunirse con otros 11 detectives y lo manda en su representación. La primera parte de la novela transcurre en Buenos Aires. Cuando el protagonista llega a París, asiste a las reuniones de los detectives, que exponen sus casos y sus teorías sobre el enigma. El libro aparece en junio.

SEMANA: ¿De dónde surgen sus historias?
PABLO DE SANTIS: Mis historias son de elaboración lenta. Tengo una imagen y a partir de ahí consigo un argumento. Luego necesito una voz narrativa. Saber quién va a contar la historia, desde qué punto de vista, cuánto va a saber de la historia ese narrador. Después necesito que esa historia, por imaginaria que sea, tenga una vinculación conmigo.

SEMANA: ¿Cómo nació esta historia? ¿La escribió para el premio?
P.D.S.: Esta historia nació de la unión de varios elementos. Por un lado, quería escribir sobre la figura del detective clásico, del detective como figura solitaria. Por otro lado, la idea de la Exposición Universal. La novela surgió cuando uní la idea de los detectives con la exposición.

SEMANA: Por lo visto se divirtió bastante escribiéndola.
P.D.S.: Sí, sí. Pero a la vez es muy melancólica.

SEMANA: ¿Por qué le gusta trabajar tanto los géneros?
P.S.D.: En Argentina los géneros están muy en el centro de la literatura. Sé que en otros países no es así, pero en Argentina, por ejemplo, Borges se dedicó al policial y la literatura fantástica; Bioy Casares, a la fantástica, a la ciencia ficción y en algunos casos a la policial también. Cortázar, a la literatura fantástica. Las tradiciones nacionales pesan muchísimo en un escritor, por más que uno lea de todo, por más que uno se pase leyendo escritores extranjeros.

SEMANA: ¿Usted ha sido lector de novelas policíacas?
P.D.S.: Sí. De chico leí mucho al autor de Perry Mason, a Ágata Christie, las de Simenon. Luego leí a autores actuales como James Elroy. Me gustan muchos autores que mezclan lo policial con otros elementos. Por ejemplo, El nombre de la rosa, de Umberto Eco. Me encantan las de Gurremat , uno de los escritores suizos más importantes, que murió en 1960. Sobre todo su libro La promesa.

SEMANA: ¿Cómo llega un escritor reconocido a tomar la decisión de enviar su nueva novela a un premio?
P.D.S.: Me interesaba una mayor difusión de mis libros. Lo estaba necesitando. Sentía que La sexta lámpara, mi novela anterior, había pasado un tanto inadvertida. No la habían publicado en España a pesar de que había contrato. Sentía que necesitaba un empujón.

SEMANA: Usted es un escritor muy prolífico.
P.D.S.: Yo pude dedicarme a escribir de tiempo completo desde hace muchos años, y escribí novelas juveniles, historietas. Yo pienso más historias de las que escribo y soy lento en hacerlo. Lo que pasa es que pienso muchas historias a la vez. Eso hace que publique tanto, aunque desde 2005 no aparecía un libro mío.

SEMANA: Siendo uno de los escritores más reconocidos en Argentina, ¿por qué no ha tenido tanta trascendencia en Colombia?
P.D.S.: Así funciona Latinoamérica. Mi libro lo tradujeron a 12 idiomas pero no está ni en Uruguay, que queda a 40 minutos de Buenos Aires. Yo viajé mucho al exterior, pero nunca por Latinoamérica. En España me publican desde hace 10 años. Lo que pasa es que no es un público masivo. No soy un autor masivo.