PALABRAS CLARAS
Más que crítica la aguda visión de un lector se traducen en "Escrito al margen" del peruano José Miguel Oviedo
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Conjuntamente, Procultura S.A. y el Instituto Colombiano de Cultura, acaban de publicar el tomo No. 2 de la colección Temas Latinoamericanos, titulado "Escrito al Margen". En la misma línea del tomo número uno escrito por el crítico uruguayo Angel Rama, este segundo volumen es una recopilación de varios artículos del también crítico literario nacido en Perú, José Miguel Oviedo, escritos durante un período que comprende desde el año 1974 hasta 1981, y aparecidos de manera dispersa en diversas revistas editadas, principalmente, en los Estados Unidos, México, España y nuestro país.
Oviedo, quien ahora cuenta con 48 años, nació en Lima en los años treinta. Antes de marchar hacia el exilio, dictó clases de literatura en las universidades Católica y San Marcos de Lima. Actualmente es profesor de la Universidad de California, en Los Angeles.
Al leer los diversos artículos reunidos en esta publicación, notamos en ellos la aguda visión de un lector atento a las significaciones que el texto literario ofrece. Oviedo reflexiona sobre lo leído en forma admirable, y mientras lo hace, escribe, pues según sus palabras "escribir sobre lo que uno lee, es una operación que esclarece, modifica y perfecciona la lectura, en una medida que parecerá imposible para quien no lo haya intentado ".
La posición que Oviedo asume frente a las variadas direcciones por las que transita la crítica literaria hoy en día es de una flexibilidad total. Prefiere no encasillarse de manera dogmática al interior de ninguna teoría, llámese estructuralista, semiótica, estilística o historicista. Para él es mejor recoger lo que cada una de estas formulaciones pueda tener de útil para el lector de literatura.
Por otra parte, el lenguaje utilizado por el crítico peruano deja de lado la jerga hermética, bastante común en esta clase de escritos, y utiliza más bien una prosa sencilla, salpicada de graciosos apuntes, porque para él "todo lo que la critica literaria tiene que decir lo puede decir con claridad y hasta con cierta simpatia". Sabe muy bien que el cultivo desmesurado de la terminología especializada, a pesar de que muchos veces puede ser una valiosa ayuda en la precisión conceptual, puede convertirse en un recurso paralizador del análisis crítico, que solo sirve para aparentar rigor con el falso tecnicismo de quienes nada tienen que decir. Contrariamente a esto, su forma de escribir es clara, de gran intensidad verbal y pocos objetivos, lo cual le da mucha precisión a su análisis.
Entre los variados escritores que son objeto de su reflexión, cabe destacar el nombre de Gabriel García Márquez, hoy premio Nobel de literatura, sobre quien escribe dos artículos. El primero titulado "García Márquez: la novela como taumaturgia" en donde destaca y analiza la especificidad literaria de "El Otoño del Patriarca", y el segundo sobre "Crónica de una muerte anunciada", titulado "A la (mala) hora señalada". En este último, hace un interesante planteamiento sobre la Crónica en el que señala cómo sus ingredientes principales son "el peso muerto del fatalismo, la intervención anónima de la colectividad y la inocente presencia popular". Para Oviedo, en ella se encuentra el mismo rigor que en las tragedias griegas, en donde las cosas ocurren porque tienen que ocurrir y nadie puede impedirlo. Este planteamiento cobra importancia si tenemos en cuenta que el mismo García Márquez ha afirmado muchas veces que Esquilo es uno de sus autores favoritos.
También habría que destacar la lucidez del artículo dedicado al tema de los intelectuales y el militarismo en la obra de su compatriota Mario Vargas Llosa, al igual que un interesante análisis sobre las mujeres en las "Historias Fantásticas" de Bioy Casares. Paralelamente están los análisis a las obras de Carlos Fuentes Julio Cortázar, Manuel Puig, César Vallejo, Octavio Paz y Juan Goytisolo. Sin embargo su crítica no se limita solamente a autores famosos.
También los que no lo son tienen cabida en sus escritos, como por ejemplo, Juan Gustavo Cobo Borda, Alvaro Mutis, Efrain Huerta, José Coronel Utecho y Emilio Adolfo Westphalen, para sólo nombrar algunos.
El libro de Oviedo abre para la critica literaria, bastante escasa en estos paises latinoamericanos, un abanico de ricas opiniones sobre lo que ha sido y puede llegar a ser la literatura en nuestro continente.
Rafael Parra Grondona