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‘Adiós a la reina’ y ‘La vie d’Adèle’ son dos películas francesas recientes que, más allá de la orientación sexual de sus personajes, narran grandes historias de amor.

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Películas lésbicas: amores prohibidos

Las historias de amor entre mujeres son cada vez más comunes en la pantalla grande. Tres estrenos recientes proponen un ángulo diferente.

16 de noviembre de 2013

Hasta hace poco, las historias de amor entre mujeres eran marginales en el cine. Con excepción de algunas pocas producciones, el tema parecía vedado. En 2010, Los niños están bien, de Lisa Cholodenko, mostró la cotidianidad de una pareja de mujeres maduras y recibió una nominación como mejor película en los Premios Oscar. La crítica reconoció la frescura con que abordaba el tema. Este año, tres películas siguen ese camino y muestran historias de amor en las que la sexualidad de las protagonistas es solo un asunto tangencial.

Hace unas semanas llegó a la cartelera nacional la cinta Adiós a la reina, del director francés Benoît Jacquot. La cinta, protagonizada por Léa Seydoux, Diane Kruger y Virginie Ledoyen, narra un triángulo amoroso en la corte del rey Luis XVI. Las tres mujeres involucradas son la reina Maria Antonieta, la condesa de Polignac y una joven lectora de la corte llamada Agatha. 

“El trasfondo homosexual de los personajes es solo incidental. Lo importante es cómo el personaje va descubriendo la decadencia de la sociedad en los días de la toma de la Bastilla y el inicio de la Revolución francesa”, dijo Jacquot a SEMANA. 

Durante las próximas semanas también se estrenará la esperadísima La vie d’Adèle, la ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes de este año. La película, del director franco-tunesino Abdelatif Kechiche, muestra el romance entre dos adolescentes interpretadas por Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos. La cinta está basada en la novela gráfica francesa Le bleu est une couleur chaude, de Julie Maroh, y tiene largas secuencias sexuales explícitas que han sido controversiales. En Idaho, por ejemplo, la película fue censurada por indecente y obscena. 

Para muchos el premio que recibió en Cannes tuvo matices políticos y fue un apoyo velado a la iniciativa del presidente  de Francia François Hollande, de legalizar el matrimonio gay en su país. Kechiche dedicó su premio a “la juventud de Francia” y a la revolución tunecina, un país donde “tienen la aspiración de ser libres, de expresarse y de amar en plena libertad”. 

Finalmente, se estrenará Concussion, la ópera prima de Stacie Passon. Al igual que Los niños están bien, la película muestra que las tribulaciones de los matrimonios gays son las mismas de cualquier otro. En ningún momento la película defiende la decisión de criar a los hijos con otra mujer, o definir su identidad u orientación sexual, simplemente muestra a una ama de casa lesbiana que para salir de la tediosa rutina de su matrimonio busca una vida paralela como prostituta.

Muchos consideran que el tabú es un mero recurso, y que las escenas eróticas entre mujeres son solo un gancho para explotar el voyerismo. “Este espectáculo mercantiliza el lesbianismo en las peores formas, y me doy cuenta de que es ‘sobre’ nosotras, no ‘para’ nosotras” le dijo a SEMANA una lesbiana que prefirió omitir su nombre. Así mismo, la editora y crítica californiana Michelle Juergen se quejó de que el director de La vie d’Adèle retrató un amor homosexual sin salirse de su perspectiva de hombre heterosexual, y que al hacerlo redujo la película a un idealizado y voyerista retrato de la mujer.

El escritor y crítico de cine Ricardo Silva Romero no cree que con la novedad se busque llamar la atención. “El ángulo gay aún aleja a muchas personas, y es más bien arriesgado en términos de taquilla. Creo que se trata, en todos los casos, de películas muy valientes”, le dijo a SEMANA.

Para Augusto Bernal, crítico de cine, el amor entre mujeres siempre ha estado idealizado en el cine, desde cintas como Bilitis de David Hamilton o Ansiedad de Tony Scott. “Ese es el gran modelo del cine realista, si así se puede determinar, de adolescentes y mujeres jóvenes haciendo el amor en los noventa. La novedad es más mediática que otra cosa” le dijo Bernal a SEMANA.

Más allá de las críticas, lo cierto es que estas cintas ayudan a desmitificar y a derribar prejuicios. Son buenas historias, bien narradas y filmadas, en las que la orientación sexual de sus protagonistas pasa a un segundo plano.