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1. Con esta novela, el sueco David Lagercrantz continúa con Millennium, la saga de Stieg Larsson. 2. En ‘La rubia de ojos negros’ Benjamin Black retoma a Philip Marlowe. 3. El escocés William Boyd revive en esta obra a James Bond. 4. Sherlock Holmes regresa en esta novela de Anthony Horowitz. 5. El detective belga Hércules Poirot tiene un nuevo caso en esta historia de Sophie Hannah.

LITERATURA

Los revividos

En los últimos años, varios escritores han retomado personajes y sagas de otros para darles una nueva vida. Se trata de un desafío creativo detrás del cual no faltan motivaciones comerciales.

12 de diciembre de 2015

El escritor y periodista sueco Stieg Larsson pensaba escribir ocho o diez libros para la saga Millennium. Solo hizo tres. En 2004, a sus 50 años, murió de un infarto tras subir a pie los siete pisos del edificio de la revista donde trabajaba. No vivió para ver el éxito de su obra, que ha vendido casi 80 millones de copias en el mundo.

Tanto es el éxito de esta saga que Norstedts –los editores de Larsson en Suecia– y sus herederos –su padre y su hermano– buscaron un sucesor para retomarla con sus personajes principales, la hacker Lisbeth Salander y el periodista Mikael Blomkvist. Eligieron al periodista y escritor sueco David

Lagercrantz en diciembre de 2013. Y casi dos años después, el 27 de agosto de 2015, publicó Lo que no te mata te hace más fuerte, un thriller sobre el ciberespionaje y el tráfico de información confidencial en internet. Fue uno de los eventos literarios más esperados del año: se lanzó en 30 países y en su primera semana vendió 200.000 copias. Incluso, ya se habla que la quinta y la sexta entrega de Millennium estarán a cargo de Lagercrantz para 2017 y 2019.

Esta no es la primera vez que un autor retoma la trama o los personajes de otro. ¿A qué se debe esto? Berta Noy, editora de ficción internacional del Grupo Planeta en España, da una respuesta: “Es una ley de mercado no escrita, que se aplica al mundo editorial, que dice que si una cosa ha vendido bien una vez puede volver a vender. Por eso es atractivo retomar personajes o sagas que han sido muy populares”.

Los editores y los herederos creen que de ese modo la obra de los autores originales toma un nuevo impulso. Por eso, eligen con cuidado autores que asumen con entusiasmo un gran reto creativo: retomar personajes que tienen miles de seguidores en el mundo e inventar un nuevo contexto para ellos sin hacerles perder su esencia.

Algunos lo logran. El irlandés John Banville, con el seudónimo de Benjamin Black –el que usa para las novelas negras– ‘revivió’ al detective Philip Marlowe –del estadounidense Raymond Chandler– en su reciente novela La rubia de ojos negros (2014). Trata sobre una mujer millonaria, rubia, atractiva, que le encarga a Marlowe buscar a su amante, un hombre misterioso que desapareció sin dejar rastro. El detective conserva algunas de sus características principales: su afición por el ajedrez, por la bebida, su carácter pensativo, su perspicacia. Y Black aporta lo suyo: humor, elegancia y frescura. Esta obra estuvo cinco semanas seguidas en el top 20 de la lista de best

sellers de Los Angeles Times.

Sherlock Holmes, de sir

Arthur Conan Doyle, también se suma a la lista de los revividos. El británico Anthony Horowitz lo retomó en La casa de la seda (2011), donde Holmes se sumerge en una peligrosa conspiración mientras ayuda a un hombre amenazado de muerte. El año pasado, Horowitz publicó Moriarty –la secuela– en la que el detective de Baker Street es el protagonista principal. Esta última obra estuvo siete semanas seguidas en la lista de best sellers de

Los Angeles Times.

Y otro que resucitó hace poco fue Hércules Poirot, el héroe de Agatha Christie. El año pasado apareció en Los crímenes del monograma, de la escritora británica Sophie Hannah. Corre 1929 en Londres. El meticuloso detective belga ayuda a una mujer que huye de alguien que mató a tres personas en un hotel.

También hay casos que dividen a la crítica. Hace dos años, el escocés William Boyd publicó Solo, en la que el protagonista principal es el agente con licencia para matar, James Bond, a quien en esta oportunidad se le encarga una misión en un país africano que está en guerra civil.

Varios críticos lo alabaron, dijeron que el nuevo Bond es más experimentado, más reflexivo, ya no es tan misógino como el de su creador, el británico Ian Fleming. Otros le dieron palo. Creen que el agente ya no tiene esa pizca de ironía que lo caracterizaba ni asume tantos riesgos como su predecesor. Antes de Boyd dos autores también contaron con la autorización de los herederos para retomar al agente 007. El británico Sebastian Faulks lo hizo con La esencia del mal (2008) y el estadounidense Jeffery Deaver con Carte blanche (2011). La revista Forbes calculó que el valor de esta franquicia, entre libros, películas y mercadeo, se aproxima a los 12.000 millones de euros. Con estas cifras, ¿quién no se anima a continuar con el personaje?

Y no solo reviven personajes o tramas de thrillers policiacos, como ha sucedido en los últimos años. También sucede en otros ámbitos. Por ejemplo, en Al morir don Quijote (2004) o El final de Sancho Panza y otras suertes (2014), el español Andrés Trapiello retoma a varios personajes secundarios de Cervantes como Sancho Panza, el bachiller Sansón Carrasco, la sobrina de don Quijote y el ama Quiteria, entre otros. En 2005, la escritora chilena Isabel Allende publicó El Zorro: comienza la leyenda, en la que se narran los orígenes de este héroe.

Al contrario de lo que sucede con otros formatos, como el cine o el cómic, muchos aún no ven con buenos ojos esta práctica en la literatura. Por ejemplo, para el escritor peruano Santiago Roncagliolo, “esos son trabajos de equipo y forman parte de la cultura popular. La literatura, no. Con cada libro esperamos entrar a la cabeza de un escritor, a un cerebro único. Nos resulta extraño que sus ideas se reciclen o se conviertan en fórmulas comerciales”.

En cambio, otros piensan que esto es un triunfo de los autores que inventaron los personajes o las sagas: “El sueño de cualquier autor es inventar un personaje que ande solo, que aparezca en nuevas historias”, señala el escritor Ricardo Silva Romero.