A PICA...

"Haciendas, campesinos y políticas agrarias en Colombia, 1920 -1980".
Darío Fajardo, Oveja Negra, Bogotá, 1983, 167 páginas.
Lo sucedido con el problema agrario en Colombia es digno de estudio, por las incongruencias que presenta el ser nuestro país un exportador de productos agrícolas tradicional, y el encontrarse la agricultura en un estado de postración que amenaza con una penuria de alimentos a corto plazo.
¿Cómo se traza el triángulo de terratenientes, campesinos y Estado en el diseño y la aplicación de las polítias agrarias? y ¿Cuál ha sido el devenir histórico del agro desde 1920? tales son las preguntas que se plantea Daria Fajardo. La preocupación por los procesos agrarios le ha llevado a fundir toda la literatura sobre el tema en un sólo haz, para darle una interpretación y proyectar nuevos enfoques a la cuestión. Los autores como Marco Palacios, Absalón Machado, Mariano Arango, Charles Bercquist, en los estudios del café; Kalmanovitz, Bejarano, Arrubla, en lo que se refiere a trabajos generales sobre la estructura agraria; Manuel Marulanda V., Jacobo Arenas, Torres Giraldo, para el desarrollo de las luchas y movimientos campesinos; todos ellos son incorporados y asimilados en el estudio de Fajardo que, en esencia, demuestra la tendencia permanente del Estado y los terratenientes colombianos por tomarse las mejores tierras y desalojar los campesinos. Todo esto, en medio de un desgano estructural por atender el agro en su importancia, debido a los problemas que implica extraer la riqueza del suelo, y al trampolin que han creado otras fuentes de negocios para obtener pingtles ganancias sin los tropiezos de sembrar, cosechar, vender y pagar los créditos.
¿Cómo se ha articulado la politica agraria entre los intereses de los terratenientes y las medidas institucionales tomadas desde el Estado, en un pais en el que los campesinos han sufrido los peores golpes y se ha impuesto el desarrollo agrario sobre la base del fortalecimiento de las grandes haciendas? Tal es el interrogante al que in tenta responder este libro, avivando de nuevo un debate que debe realizarse en universidades foros, congresos y seminarios.-
Libardo González -