Home

Cultura

Artículo

PRIMEROS PASOS

Alirio Cortés realiza su primera exposición individual

El 19 de agosto finalizará en la Galería del Convenio Andrés Bello, ubicada en Bogotá, la exposición de Alirio Cortés, joven artista nacido en 1952 y quien, valiéndose de sus propios medios e imponiéndose una férrea disciplina autodidácta, ha incursionado en diferentes técnicas, como son la pintura al óleo, el acrílico sobre madera, el lápiz a la cera, el pastel y la acuarela. Aunque las personas que han seguido de cerca su trayectoria se inclinan a favorecer con mayor magnanimidad sus trabajos en pastel donde con cierto sentido hiperrealista su tema puede ser o bien una chaqueta colgada de un clavo en la pared o un sencillo tajalapiz, es concretamente en sus paisajes, la mayoría de ellos elaborados con la técnica del lápiz a la cera, en los que sale a relucir con mayor facilidad la vena poética, un tanto ingenua, de este joven pintor. En estos paisajes, bastante desolados, se siente una atmósfera de quietud infinita, producto quizá de esa tenue niebla con que Cortés envuelve sus cuadros. De ningún modo se puede afirmar que Alirio Cortés sea un pintor maduro. Hasta ahora está dando sus primeros pasos, ha comenzado a abrirse campo en un medio que necesita casi que una infinita dedicación si se quiere llegar a elaborar obras con cierto valor artístico. En este sentido a Alirio Cortés le falta recorrer un largo trecho. Su carrera se inició en 1973, año en el que ingresa a la Escuela de Artes de Bogotá. En ese mismo año logra participar en una exposición colectiva de los alumnos de dicha escuela. Desde entonces, sus cuadros han sido incluidos en otras siete exposiciones colectivas, siendo la última de ellas la del "Primer Salón de Artes Visuales", con motivo de la celebración de los 250 años de la ciudad de Cúcuta. Con la experiencia que ha adquirido en estos años, Alirio Cortés ha adquirido un cierto dominio técnico, un conocimiento básico del oficio, que ahora puede poner con mucha más propiedad al servicio de su sensibilidad poética. Son elementos constantes en sus paisajes el tratamiento de la luz difusa, la presencia desoladora de un mundo desértico, apenas salpicado por una vegetación descolorida y triste. En muchos de ellos hay un elemento central que en algunas ocasiones ocupa casi la totalidad del cuadro. Se trata de la existencia inquietante de unas extrañas piedras-talladas a veces en forma de cubo y ordenadas con arreglo a un plan previo -que parecen ser el último vestigio de una civilización indígena (bien podrían ser las "Piedras de Tunja" o de Machu Picchu). Son piedras que parecen abandonadas al destino de una erosión lenta y que según Cortés "en gran parte simbolizan los obstáculos que al hombre se le presentan irremediablemente en su paso por el mundo". De todas maneras, esta primera exposición individual de Alirio Cortés, organizada un poco apresuradamente y con algo de improvisación, obliga a seguir, desde ahora, la trayectoria futura de este joven artista.