TURISMO

10 pueblos para enamorarse de Colombia (II parte)

SEMANA le preguntó a sus lectores que municipios no hay que dejar de visitar en estas fiestas. Estos son apenas algunos de ellos. Si no puede ir, recórralos en este viaje en 360 grados.

1 de enero de 2017
| Foto: Fotomontaje SEMANA / Fotos: Carlos Arango, María Paula Campos y Alcaldía de Jardín

La lista de pueblos colombianos es larga. Según el Dane, son 1101 municipios y 20 corregimientos departamentales en todo el país. Cada uno de ellos tiene una historia que contar, un sitio para recorrer o un paisaje que lo dejará sin aliento. Colombia es un país privilegiado. No solo existe una gran diversidad étnica y cultural, sino que todo el territorio disfruta de una belleza natural envidiable, desde las playas vírgenes hasta las nieves perpetuas. En cada uno de esos rincones se puede apreciar la belleza de un atardecer, cuando el cielo se funde con la tierra convirtiéndose en uno solo. Los mares, ríos y cascadas, los bosques y las selvas son lugares en los que usted puede maravillarse en estas vacaciones. En todo caso, si no puede salir de casa disfrute en estos recorridos en 360 grados.

Consulte: 10 pueblos para enamorarse de Colombia (I parte)

Murillo (Tolima): una postal del Nevado

Este municipio situado al norte del Tolima es el más alto del departamento y es una de las joyas turísticas que bordea el Nevado del Ruiz. La vista en la plaza central es merecedora de una postal, desde allí se puede observar al Nevado que posa con ímpetu sobre este pueblo que lo observa con respeto y deleite, la maravillosa punta blanca del volcán que se empalma con el paisaje es adornada con los vivos colores de las viviendas que le dan a este pueblo un ambiente acogedor y armonioso.

A Mónica Castellanos, sus recuerdos en Murillo le traen paz, su infancia la vivió entre días de camping en el bosque y largos paseos que daba junto a su hermana y su tía en los alrededores del pueblo. No olvida el olor de los domingos cuando los campesinos de las veredas llegaban a vender sus mejores productos, y recuerda con cariño la libertad de jugar en los potreros y apreciar los cultivos que aún sobresalen en la inmensa malla verde.

Al murillense le da orgullo saber que su municipio cuenta con varios paraísos naturales como lo son los paisajes del páramo, los Termales de la Cabaña y el paseo que se da por 20 minutos a la Cascada de la Planta detrás del cementerio. Además, en Murillo todavía es costumbre cocinar en estufas de leña y es muy común disfrutar de un vaso de brandy con leche para hacer llevadero el frio que domina en las noches.

El significado de su bandera, con franjas de color blanco, verde y amarillo representan con exactitud lo que logran trasmitir sus calles, como está estipulado en su alcaldía, el blanco simboliza el Nevado del Ruiz y la paz del municipio, el verde los campos y la esperanza y el amarillo representan las riquezas y el potencial del municipio.

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Minca (Magdalena): los secretos de la Sierra Nevada

Para muchos este corregimiento, que fue hogar de los Tayronas, es un paraíso terrenal perdido en la inmensa Sierra Nevada de Santa Marta. Esta 20 minutos de la capital del Magdalena y es un destino perfecto para los amantes del turismo ecológico. Tiene el equilibrio perfecto que logra llenar de paz a los visitantes que andan en busca de tranquilidad y armonía, es el espacio propicio para la meditación y la conexión con la naturaleza.

Su tierra productora de café es refrescada por el río helado que baja de la Sierra, y a orillas de él ya es común ver a las familias disfrutando de los asados, plan infaltable en la zona. Una caminata de 40 minutos en medio del bosque da la mejor recompensa, las cascadas de Marinka, allí se disfruta del agua cristalina en una piscina natural mientras se está en medio de guaduas, pájaros tropicales y mariposas. Uno de los atractivos más conocidos de la región es Pozo Azul, un conjunto de pozas que contienen el agua del Rio Minca; la vista camino a él distrae el cansancio, pues se puede observar toda la magnificencia de la Sierra, La formación montañosa litoral más alta del mundo

Es una buena alternativa para escapar del calor de la Región Caribe pues su temperatura oscila entre los 17 y los 24 grados centígrados. Quienes se consideran temerarios pueden emprender una caminata de tres horas cuesta arriba hasta los Pinos para disfrutar de la mejor vista hacia las montañas o llegar a Casa Loma, para observar la puesta de sol que hipnotiza a quienes lo ven desaparecer en el horizonte.

Minca, conocido por algunos como la despensa del Magdalena, es para Fernando Cabrera, uno de los mejores sitios que ha conocido en Colombia, por sus paisajes, su gente y el ambiente de paz que se respira allí, su visita le dejó unos bonitos recuerdos en familia.

Jardín (Antioquia): La villa encantada

Como dice su himno, “Es celeste la villa encantada empapada de aroma y rocío”. Con solo verlo se siente la hospitalidad de sus habitantes y al mejor estilo paisa encanta más de uno. ‘La ciudad de los muchos cerros’ cada año recibe miles de visitantes, nacionales y extranjeros, que llegan a conocer los lugares emblemáticos y a disfrutar de una buena trucha, su plato típico.

Fue fundado en 1864 y según los relatos, fue bautizado de esa manera cuando sus fundadores llegaron al lugar y lo compararon con un jardín, pues lo veían lleno de colores cruzados por riachuelos. Aún hace gala de su nombre, en el pueblo se pueden observar flores en cualquier parte, en las esquinas de las casas, en los parques, en los senderos ecológicos, que engalanan y le dan un toque romántico a este sitio que enamora a quien lo visita.

En Jardín hay mucho por hacer, visitar la Basílica de la Inmaculada Concepción, Monumento nacional y considerada como la más hermosa de Antioquia, el Charco Corazón, el Alto de las Flores, la Cueva del Esplendor, y no debe faltar una pasada por el parque principal. El municipio en todo su esplendor es una joya para admirar, aún tiene un estilo antiguo que es atractivo en sí mismo, los letreros de los negocios, las puertas y ventanas de las casas en su mayoría son hechos en madera y las fachadas y balcones llenos de vida representan la esencia de un pueblo alegre.

Para Esteban Valencia, es el lugar más lindo del departamento, asegura que “sus montañas hacen gala de un tesoro patrimonial natural propio de su geografía”, y no duda al decir que es perfecto para vivir. Significa para él: ver la mejor rosa sembrada, la madera más fina, tan dura que el comején no la ataca, la hermosura de las montañas, sus aguas limpias y la tranquilidad que le trae estar en un pueblo que lo llena de orgullo.

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Toche (Tolima): el santuario de la naturaleza

Para Daniel Ortiz, este corregimiento merece ser reconocido por todos los colombianos como el lugar que tiene el bosque de palma de cera más conservado del país. Dice con cariño que es como el patio de su casa, lo puede pasear en bicicleta y llama su atención saber que está a unos pasos del Machín, el volcán más peligroso del país debido a la cantidad de habitantes que se encuentran dentro de su área de influencia.

A pesar de esto, el volcán solo les ha dado a sus habitantes una tierra fértil donde se cosecha frijol, alverja y lulo. Es un pueblo de cordillera que se encuentra en medio de un hermoso tramo que comienza en la capital del Tolima y llega hasta el Quindío, exactamente está a 52 kilómetros de Ibagué y a 57 kilómetros de Salento; por esta misma ruta en la época de la colonia se transitaba la mercancía que llegaba por el río Magdalena y hoy en día es admirado por las cascadas, túneles, puentes naturales, aguas termales, casas y posadas con aspecto colonial que se pueden observar por todo el recorrido.

Este lugar de naturaleza abundante vive en medio de bosques de niebla que lo vuelven rico y biodiverso con cientos de especies animales que habitan en la zona. Es una buena alternativa para quienes quieren disfrutar del aire fresco en largas caminatas o para aquellos que practican ciclomontañismo.

En el 2016 el corregimiento de Toche fue declarado Santuario de Flora Nacional, pues goza de una gran variedad de especies vegetales que aún no han sido tocadas por la mano humana. Este pueblo tiene un gran potencial para generar turismo.

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Chiquinquirá

La capital religiosa de Colombia es uno de los lugares más visitados del país. Se encuentra en el altiplano cundiboyacense, en la cuenca del rio Suárez. La Basílica de la Virgen de Chiquinquirá, que en 1986 fue visitada por el Papa Juan Pablo II, es uno de los puntos de peregrinación favoritos de los colombianos. Esta iglesia atrae a miles de peregrinos que cada año llegan a admirar la belleza y espiritualidad del lugar. Además, en el municipio existen cuatro zonas de reservas naturales en las que se pueden divisar águilas en los cielos, perezosos, armadillos y gatos de monte en los bosques.

Se cuenta que la Virgen de Nuestra Señora del Rosario, pintada en 1562 por el artista español Alonso de Narváez produjo el milagro de la renovación, pues el 26 de diciembre de 1586 se restauró por sí sola, se dice que la imagen estaba muy deteriorada y brilló con luz propia como si nunca le hubiesen pasado los años.

Por su valor religioso, Orlando González considera que Chiquinquirá debe estar incluido en una lista de los más hermosos del país, está ubicado al norte de Boyacá a 73 kilómetros de Tunja, y es el centro económico y comercial de la zona, a la que abastece de materiales elaborados, alimentos, textiles e insumos agropecuarios.

A Chiquinquirá lo mueve el comercio, es el centro regional de acopio de productos agrícolas y cuenta con un poco más de 2000 establecimientos. Los visitantes pueden disfrutar de un paseo por todos los parques del municipio: Juan Pablo II, José David Guarín, Julio Flórez y el parque Pedro José Pérez, y deslumbrarse con las maravillosas artesanías hechas con tagua, la semilla de palma que solo crece en Colombia, Panamá y Ecuador.

Roncesvalles (Tolima): el hogar del loro orejiamarillo

Felipe Carranza recuerda con amor a este pueblito maravilloso, allí crecieron sus abuelos, sus tíos y hermanos, representa para él un tesoro escondido “es toda una travesía poder llegar a allá pero vale la pena, es como si ese pueblo se hubiese quedado atrapado en el tiempo, es mágico”, además, guarda en su mente una frase del himno que lo llena de orgullo y nostalgia y que expresa con claridad lo que siente al recordarlo, “es un lugar coronado de palmas y orquídeas, que de niño fue mi cuna y será mi sepulcro al morir”.

Es conocido como el paraíso natural de Colombia, en la zona existen 169 especies de animales y tiene una fuente hídrica excepcional, lo rodean más ochenta lagunas y extensas áreas de páramos, es uno de los pocos lugares en Colombia donde crece la palma de cera, y es el hogar del Loro Orejiamarillo, el ave típica del bosque nuboso que hoy en día se encuentra en vía de extinción, su supervivencia depende de las medidas de conservación que se lleven a cabo en la zona.

En ‘Ronces’, como lo llama la gente, el clima es muy variado, puede estar entre los veinte y los cuatro grados centígrados. La casona y las lagunas para ir a ver el páramo son los planes predilectos del municipio, y no se debe dejar de mencionar las fiestas que le hacen honor a sus dos emblemas, el Festival del Loro Oriejiamarillo y la palma de cera.

En este pueblito se puede emprender la travesía de escalar las cascadas que decoran el paisaje o se puede optar por ir a ver los amaneceres y apreciar en las montañas el instante en que los loros, las gaviotas y los tucanes salen de los nidos. Por último, algo que hace más especial al municipio son las piedras marcadas por los indígenas Pijaos que, según narra la historia, cuentan el inicio del universo.

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Nuquí (Choco): la sala cuna de las ballenas

Es un paraíso tropical, “cuando se llega allí no se piensa en nada más que en su esplendor”, dice Carmen Polanco quien lo ha visitado varias veces. El municipio ubicado entre la selva y el océano Pacífico, tiene las mejores playas de la zona y cuenta con una gran riqueza natural, cultural y gastronómica.

Nuquí logra alejar a las personas del mundo, encanta con sus paisajes y la alegría de las personas. El municipio tiene una gran oferta turística, se debe tener en cuenta que todos estos lugares se encuentran apartados del casco urbano y se puede llegar a ellos en lancha, en el sur están las mejores playas por las que se pueden caminar sin problema ya que todas son vecinas y en el otro extremo, al norte, está otro de los sitios más famosos para visitar, Utría, en donde el mar parece no tener olas, es una selva que atrapa al océano en forma de U convirtiéndolo en un lago cálido y verde.

También es la sala de parto de las ballenas jorobadas quienes llegan a sus aguas desde el Polo Sur para aparearse y tener a sus crías, espectáculo que puede ser contemplado por propios y visitantes. En Coquí, corregimiento del municipio, se disfruta de la mejor gastronomía del pacífico, ahí se come bien, pues tienen una cultura gastronómica prendida en sus raíces.

Nuquí trasmite vida y alegría, es un paraíso mágico y salvaje, su gente transmite puro sabor y logran dejar una huella imborrable a quienes los visitan.

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San Agustín (Huila): el patrimonio de la historia

Es por excelencia el sitio de turismo arqueológico en Colombia, está ubicado al sur del departamento del Huila a 20 minutos de Pitalito, fue fundado el 20 de noviembre de 1790 y tiene el mayor conjunto de monumentos y esculturas talladas en piedra por escultores indígenas entre los siglos I y VIII.

En el municipio se pueden encontrar gran cantidad de lugares para apreciar las esculturas precolombinas, está el Parque Arqueológico Alto de los Ídolos, el Parque Arqueológico Alto de las Piedras, el Museo Etnológico de Obando, Museo Precolombino Villareal, El Tablón, La Parada, La Chaquira, La Pelota, Alto de las Guacas y el más relevante, el Parque Arqueológico de San Agustín, declarado por la UNESCO en 1995 como patrimonio histórico y cultural de la humanidad.

Para Camilo Motta, el lugar tiene un peso histórico que lo convierte en una ilustre maravilla, “las estatuas nos conectan con el pasado” y llenan a los visitantes de gran intriga mientras imaginan el momento y las manos de quienes las tallaron.

San Agustín tiene otro atractivo que emociona a las personas, el estrecho del Magdalena, es curioso para muchos, pues pueden decir que lo cruzaron caminando, ya que el río más importante del país, en este lugar llega a tener una anchura que no supera los tres metros.

Salento (Quindío): el refugio de la Palma de Cera

Es el hogar del famoso Valle del Cocora, hábitat de la palma de cera, está dentro del Parque Nacional Natural de los Nevados creado en 1977, se dice que aquí fue donde el científico alemán Alexander Von Humboldt descubrió este árbol.

Es el municipio más antiguo y el primero en ser fundado en el departamento. Se encuentra al nororiente del Quindío y goza de una temperatura envidiable que oscila entre los 18 grados.

El atractivo más común entre los visitantes es el Valle del Cocora, en el que gran parte de su flora y fauna se encuentra en peligro de extinción, como el majestuoso árbol nacional. También se puede disfrutar de la vista en la plaza central, donde se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Natalia Núñez recuerda con cariño la primera vez que visito el pueblo, asegura haber querido guardar cada casita que veía en el bolsillo. La arquitectura del lugar es tan agradable que a cualquiera le inspira la misma sensación de Natalia.

Existen más lugares para visitar, como el Ecoparque el Mirador, el Puente del Amparo, una reliquia histórica; el Parque Agroecológico y la Calle Real, además, la amabilidad de su gente son el complemento perfecto que atrapa y hace sentir acogidos a los turistas que se quedan con la idea de regresar a este pueblo confortable.

Puerto Carreño (Vichada): el rio protegido

La capital del vichada está comprendida por tres ríos, Orinoco, Meta y Bita, el primer río protegido del país, estas fuentes hídricas permitieron desde hace siglos, crear en la región un punto comercial, los indígenas que poblaban los llanos intercambiaban mercancías con los Caribes, uno de los primeros pueblos que conocieron los europeos en la época precolombina, y más adelante fueron aprovechados para pasar el comercio de contrabando y sacar mercancías del alto Orinoco.

Este lugar pegado a la frontera con Venezuela, es llano puro, tan plano que lo único que resalta del relieve son las Pierdas de Custodio, gigantescas estructuras rocosas que vigilan la inmensa sabana. A Daniela Parra la sorprenden los amaneceres y atardeceres que se logran observar día tras día, “es el municipio más oriental de Colombia y por esa razón es el primer lugar donde sale el sol”.

En puerto Carreño se respira naturaleza, y no tienen nada que envidiar, es como si en este municipio convergieran los lugares más representativos de Colombia, tienen selvas y hasta playas, las costas de los Ríos Orinoco y Bita son uno de los sitios más frecuentados por los visitantes.

Desde aquí se puede llegar al parque nacional natural El Tuparro, santuario de orquídeas, aves, monos y serpientes, este parque es clave en la conservación del cocodrilo del Orinoco y quienes llegan pueden conocer a los delfines rosados de agua dulce. Aquí, también está el lugar que Alexander von Humboldt llamó la octava maravilla del mundo, el raudal de Maipures en donde se unen los ríos Tuparro y Orinoco.

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