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"QUEREMOS TANTO A JULIO"

Veinte autores latinoamericanos hablan de Cortázar

19 de noviembre de 1984

Seguramente la idea surgió, por primera vez, en medio del desvelo de alguna conversación desordenada, donde los temas literarios irrumpían entre las inaplazables decisiones que demanda la realidad circundante. Es posible que alguien se haya presentado con la idea, más o menos madura, y la Editorial Nueva Nicaragua, al frente de la cual se encuentra un colombiano --tal vez fue el mismo Hugo Niño el de la idea, pues la edición fue preparada por él-- la acogió inmediatamente.
Vivía aún, cuando la idea fraguó y se dio comienzo a esa especie de conspiración, porque no veo otra forma de llamar "Queremos tanto a Julio", un libro donde veinte autores de América reúnen su palabra escrita, como dice el "Pretexto editorial" no para rendirle homenaje, ni para hacer el libro de Cortázar, "ni bastante menos" sino, "para dejar conocer todo lo que uno siempre sintió pero jamás se atrevió a publicar acerca de un gran hombre al que por eso queremos tanto, pretextando este modelo para decirle gracias, Julio".
Veinte escritores de América concurren a esta cita para hablar de uno de sus compañeros y amigo, cuando nada hacía prever su desaparición. Este libro apareció en enero de este año. Y ésa es la única razón por la que esta forma de dar gracias --así son las leyes del preciso y ciego azar-- se transforma en un homenaje a una de las figuras más representativas, por su obra y sus acciones, de la actual literatura latinoamericana. "Queremos tanto a Julio" es un testimonio vivo y sincero de los lazos fraternales, de los vínculos literarios, de los vasos comunicantes que muchos de ellos establecieron, primero con sus libros y posteriormente con el autor que cada día se parecía más a los personajes surgidos de su pluma.
Hay muchos libros homenaje dedicados a autores latinoamericanos, tanto vivos como muertos, todos ellos de gran valor por los documentos y testimonios que encierran, pero ninguno tiene la actualidad que hoy posee "Queremos tanto a Julio" --aunque no todas las opiniones recogldas allí tengan igual calidad y hagan entonces del libro una obra dispar y con altibajos--. Pero hay expresiones de cariño como la de Juan Rulfo, o anécdotas como las de Tomás Borge o Germán Vargas, y testimonios y declaraciones como las de Jorge Amado, que bien vale la pena que hayan quedado en un libro. Un libro que, además, por su factura --cada autor disfruta de un tipo de letra diferente hasta llegar al manuscrito de Rulfo-- revela todo el cariño y la sinceridad y la delicadeza y la mesura con que fue hecho.--
Conrado Zuluaga Osorio