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REVERENDO IMPERIO

En su lucha contra el comunismo, la organización del ex pastor Moon ha logrado un puesto entre las 50 grandes empresas del mundo, con utilidades de 500 millones de dólares y cien mil militantes

9 de junio de 1986

Lo más cerca que han estado los colombianos del llamado "Imperio Moon" fue hace dos años, cuando ese grupo religioso, periodístico y financiero realizó en Cartagena un seminario internacional sobre la prensa, el comunismo y el papel de los comunicadores en el denominado mundo libre. Entre las figuras más destacadas en esa ocasión estaban el escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien dictó una conferencia que sus amigos siguen recordando con preocupación por la marcada radicalización de sus tesis, y el colombiano Germán Arciniegas.
Un libro que acaba de aparecer en París se dedica a desmenuzar con paciencia muchos datos y abundante humor el mecanismo de lo que se conoce como Asociación para la Unificación del Cristianismo Mundial, cuya cabeza visible es el ex pastor coreano Sun Myung Moon, quien durante los últimos años ha tenido numerosos problemas con las autoridades fiscales norteamericanas por el mismo motivo que en la mayoría de las ocasiones provoca el agrietamiento, en ese país, de los grandes imperios: los impuestos evadidos.
El periodista francés Jean Francois Boyer con su obra titulada gráficamente "El Imperio Moon" sostiene que el poder financiero de esta serie de empresas que se dedican a muchos oficios pero especialmente al de las comunicaciones, es un verdadero conglomerado financiero que extiende sus redes desde Montevideo hasta Tegucigalpa y desde Bonn hasta Nueva York y otras capitales del mundo.
El libro que tiene 420 páginas y le tomó varios años al conocido reportero del Canal Uno de la televisión francesa, se dedica a preguntar en todos los tonos cuáles son las auténticas motivaciones que impulsan las febriles actividades de esta Asociación y deja la idea de que es más bien un imperio financiero que alimenta una vastisima red política con un solo objetivo: luchar contra el comunismo en todos los paises.
ACTIVIDAD EN LATINOAMERICA
La secta Moon, nervio de la organización, ha llegado a desarrollarse de tal forma que actualmente se halla convertida en una de las cincuenta empresas con mayor capacidad económica en el mundo, con unas ganancias anuales calculadas en quinientos millones de dólares y un grupo de por lo menos cien mil militantes, personas que comparten el credo religioso del ex pastor Sun Myung, y quienes dedican su tiempo al servicio de estas empresas no sólo para que rindan más sino para ampliar su red contra las actividades comunistas.
Una de las zonas del mundo donde la secta es más activa, después de Estados Unidos (en sus principales ciudades tiene periódicos y revistas, algunos de ellos sensacionalistas como el Daily Post y el Washington Times con el fin de alcanzar grandes tirajes, periódicos tamaño tabloide con grandes titulares que siempre se refieren a crímenes y secuestros), es Latinoamérica. Según el investigador, en Uruguay la secta llegó a tener una de sus más amplias coberturas durante el régimen militar aunque en otras naciones como Argentina y Bolivia los militares fueron, aunque anticomunistas, menos entusiastas con los Moon.
Durante los últimos años, Centroamérica ha sido el escenario favorito del Imperio: los "contras" nicaraguenses han recibido ayuda en repetidas ocasiones a través de varias organizaciones civiles y religiosas que operan en la Florida y Nueva York.
No satisfechos con este respaldo financiero y en armas a los "contras" los Moon también han alentado la resistencia de los indios miskitos contra el gobierno de Managua.
La Asociación para la Unificación del Cristianismo Mundial nació en Corea, en. 1954, al principio como una organización religiosa que buscaba adelantar actividades misioneras en distintas zonas del mundo. Cuando el ex reverendo Sun Myung se marchó a Estados Unidos, la secta creció, reclutó más partidarios, recibió más donaciones e inició la fundación y compra del mejor vehículo para divulgar sus aspiraciones e ideas: periódicos y revistas, a tiempo que fundaba colegios, universidades y centros de estudios y capacitación.
El autor del libro ha seguido el rastro de los Moon a través de todo el mundo y con estas revelaciones se comprueba lo que las autoridades norteamericanas ya sospechaban: que este imperio es mas financiero que religioso y que todo su entusiasmo económico está canalizado en una lucha sin cuartel contra el comunismo, esté donde esté.
Empresas en más de cien países (fábricas de armas, industrias pesadas, grandes consorcios pesqueros, venta de objetos sagrados y litúrgicos, comercio de telas y repuestos), forman parte de esta transnacional que usa la fe y la política como armas de presión contra el comunismo.
En conversaciones con líderes de la secta, el autor del libro pudo concretar este ideario: el imperio a través de sus empresas está completamente al servicio de una estrategia que coincide con la de otros grupos políticos: Dios al servicio de la lucha anticomunista siguiendo las convicciones de los Moon .
Los integrantes de la secta, como soldados de un enorme ejército tienen varias categorías, desde los humildes servidores que desempeñan oficios miserables pero están ubicados en los sitios adecuados con el fin de obtener las informaciones necesarias (mensajeros, aseadores, porteros, etc.), pasando por profesionales que tienen sus despachos individuales o trabajan con las empresas de la secta, hasta llegar a los grandes financistas que se mueven como peces en el agua en el mundo de los negocios internacionales.
El libro califica de "estrategia de la araña" la forma encantadora como el ex reverendo halaga a los grandes periodistas del mundo, a los grandes escritores y pensadores, cómo los invita a los sitios más remotos del mundo, cómo invierte en avisos de páginas enteras en la prensa internacional y cómo mantiene correspondencia con líderes internacionales quienes de una u otra forma, también están luchando contra los comunistas: la idea es formar un solo frente, unido, monolítico, con sus millones y el interés de quienes se ven sorpresivamente invitados a un fin de semana a Hawai, con todos los gastos pagos y con el solo compromiso de escribir en alguna parte sobre los peligros del comunismo .
En Estados Unidos el imperio periodistico se extiende a revistas, periódicos, cadenas de televisión regionales y muchas publicaciones que aparecen dos o tres veces cada año pero con un material muy bien presentado y escrito.
Para los Moon además del dinero, existe la fijación de acabar con los comunistas: ese objetivo lo desarrollan organizando encuentros como el de Cartagena donde un escritor como Mario Vargas Llosa aparece dando más prestigio a ese foro que mezcla astutamente las teorías de la comunicación con la política y la literatura y la vida social.
Y una imagen final del " Imperio Moon": el ex reverendo casando en un estadio de Seúl, a diez mil parejas de seguidores suyos, imponiendo una nueva marca mundial.
Las esposas habían sido escogidas por él mismo entre mujeres que llevaran, mínimo, año y medio con la secta. --