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‘Por Pan’, 2003 – 2013. Instalación, Miguel Ángel Rojas, Colombia.

ARTE

Salón Nacional de Artistas no tiene fronteras

Se inauguró el 43 Salón (Inter) Nacional de Artistas, un evento que siempre ha generado controversia. Esta vez no es la excepción.

14 de septiembre de 2013

Recorrer el 43 Salón (Inter) Nacional de Artistas en Medellín es sorprendente. La eficacia de la producción se ve en el montaje. Las sedes, el Museo de Arte Moderno de Medellín, el Museo de Antioquia, el Edificio Antioquia y el Jardín Botánico componen un trazado coherente con la propuesta curatorial. Lo hecho por los 108 artistas, colombianos y extranjeros, está al nivel de las mejores exposiciones del mundo. Y nunca antes había sucedido en un salón que el espectador tuviera el catálogo completo (además bilingüe) al caminarlo.

El 6 de septiembre, cuando fue inaugurado, todos los artistas estaban presentes y acudió una multitudinaria audiencia. Se respiraba un aire de fiesta, se notaban los 3.500 millones de pesos invertidos y sorprendieron, particularmente, las obras de Adrián Gaitán, Jean-Francois Boclé, Delcy Morelos y Ernesto Neto. Era difícil adivinar que este salón estuviera rodeado, de nuevo, de controversia.

Esta vez la causa fue la internacionalización del evento. El primero en quejarse fue el colombiano Nadín Ospina, quien no fue invitado a esta versión y escribió en el portal de crítica Esferapública: 

“La fulgurante invitación a súperestrellas del ‘mainstream’ internacional como Cildo Meireles o Ernesto Neto implica unos costos que solo son capaces de asumir instituciones como la Tate Modern de Londres o el Museo de Arte Moderno de Nueva York, hasta al Banco de la República le temblaría la chequera para invitar a estos monstruos… una exposición decente de ellos o de cualquiera de los 40 invitados internacionales tiene un costo impagable o por lo menos cuestionable frente a las carencias que afronta el medio artístico local”.

En el medio local muchos respaldaron su queja. Lina González, joven artista bogotana no invitada, dijo a SEMANA: “Yo creo que tienen en muy baja estima el arte nacional y no creo en internacionalismos. No creo que lo internacional lo unte a uno de talento”.

En defensa de esa decisión, Juliana Restrepo, directora ejecutiva del Salón, le dijo a SEMANA: “Hoy no tiene sentido hacer una revisión del arte nacional si no lo pones a dialogar con lo que está pasando internacionalmente. Que haya aparecido la partícula ‘Inter’ en el nombre es apenas lógico”.

La idea es inscribir el arte colombiano en un contexto más amplio y que el Salón sea un sitio donde la producción local, nacional e internacional puedan enriquecerse. Hasta ahora el único evento internacional de las artes en Colombia era ArtBO, donde los artistas presentan obras pensadas expresamente para ser comercializadas. 

Mariángela Méndez, directora artística del Salón, quien lidera el equipo curatorial, le explicó a SEMANA: “Es una respuesta a la expectativa de los artistas de ser vistos por un público mayor y ser reseñados por otros espacios, de circular su obra, de que vengan periodistas internacionales y los entrevisten, de que esto empiece a existir por fuera de Medellín y de Colombia”.
 
Muchos sienten que esa polémica ha opacado aspectos más interesantes del Salón, que dura dos meses y tiene un amplio programa de eventos pedagógicos, curatoriales y académicos.  María Belén Záez, directora del Museo de Arte de la Universidad Nacional, le dijo a SEMANA: 

“Yo creo que es obvio que un evento de arte contemporáneo tiene que ser internacional ¿cuánto más podemos estar encerrados mirándonos a nosotros mismos cuando ya entendimos que los problemas que nosotros abordamos no son propios sino de un contexto mucho más amplio y global? Una crítica al Salón Nacional porque los presupuestos se gasten en artistas que no son colombianos es un razonamiento pobre”. 

Lo mismo opina el artista William Contreras, no invitado al Salón: “Si hay un mercado lento en Colombia en parte es por la falta de internacionalización de nuestros proyectos artísticos y de la visión pueblerina de muchas galerías.”

La controversia es válida, y el debate sobre la naturaleza del Salón Nacional está en mora de darse. Por lo pronto quedan 108 obras expuestas para el que quiera disfrutar de estos dos meses de arte en Medellín.