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SECRETOS DE COCINA

'Media de Medios' y su muestra de las bambalinas de los medios es una de las pocas propuestas interesantes de la lánguida Señal Colombia.

18 de noviembre de 1996

Nada caracteriza tanto los tiempos actuales como la hiperrealidad que construyen sistemáticamente los mass media. Como un universo alterno, éstos edifican y multiplican un espacio virtual con el que la realidad no siempre caza a la perfección. Las últimas generaciones le han abierto un lugar a las ficciones del televisor, la prensa o la radio con la misma naturalidad con la que han aceptado en su vida cotidiana los alimentos desechables. Sin embargo la factura, limitaciones o excesos de este monstruo de mil cabezas se escapan al dominio público. Los periodistas, productores de televisión, hombres de radio, siguen ocupando un pedestal al que nunca tiene acceso el hombre común. Por otro lado, los trabajadores de los medios en su carrera infernal contra el tiempo pocas veces pueden detenerse a mirar lo que hacen. En este contexto, un periodista curtido en las lides como Heriberto Fiorillo decidió reflexionar en la Señal Colombia sobre los secretos de cocina con los que se condimentan las recetas que hoy por hoy forman a la opinión pública de los colombianos. Se trata de Media de Medios, un espacio que se transmite los domingos a las ocho de la noche. En este, los invitados no lo son tanto los mitos de los medios como los libretistas que los inventan, los publicistas que los venden, los programadores que los lanzan, los cronistas que les toman y todos aquellos que están tras las bambalinas de este agitado mundo. La realización de este espacio corresponde a un viejo anhelo de Fiorillo de entender un poco las coordenadas en las que los comunicadores están inmersos pero sobre las que nunca se reflexiona. Y sin duda, en sus pocas emisiones, este espacio ha logrado de sobra cumplir con este objetivo al sentar en la misma mesa a dialogar a protagonistas diversos del negocio. Varios fenómenos se han paseado por este espacio, como la crítica de los críticos de televisión, la importancia de aparecer en los medios para existir, la tiranía del rating, entre otros. Con un tratamiento sobrio, invitados claves y coherencia en el manejo de los testimonios, este programa ha puesto a pensar a más de uno pues su lenguaje sencillo lo hace accesible a todo tipo de público. Por todas estas razones, ahora que la Señal Colombia evalúa su programación, valdría la pena que este espacio pasara a su próxima etapa. Sus méritos en la realización, la originalidad del tema, las lagunas que llena en la información tanto del televidente común como del especialista y su interés social y cultural, lo convierten en una experiencia modelo del tipo de programas que valdría la pena ver en un canal de interés público.