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SHOWGIRLS

El director de 'Bajos instintos' propone una película con mucho desnudo pero nada de historia.

23 de diciembre de 1996

H Director: Paul Verhoeven Protagonistas: Elizabeth Berkley, Gina Gershon, Kyle MacLachlan, Glenn Plummer, Gina Ravera El espectador lo ve como un espectáculo rutilante, lleno de música, color y cuerpos despampanantes. Pero detrás de los escenarios de Las Vegas se esconde toda la vida sórdida de las aspirantes a estrella en la ciudad que nunca duerme. En medio de este ambiente se mueve Showgirls, la cinta de Paul Verhoeven que causó todo un escándalo en su momento cuando fue estrenada en Estados Unidos. La película narra las aventuras de Nomi, una escultural bailarina de striptease que llega a Las Vegas con deseos irrefrenables de conquistar la cima de los espectáculos de cabaret. Sin embargo, lejos de tratar de construir una historia inquietante y real alrededor de los bajos mundos de Las Vegas, Verhoeven se dedica a utilizar el tema como único pretexto para organizar todo un desfile de piernas, senos y caderas que si bien en un primer momento llega a impactar por su falta de pudor, terminan aburriendo a un espectador que, por supuesto, espera mucho más que la sensualidad desbordante de Elizabeth Berkley, la protagonista. Las ansias morbosas de Verhoeven, representadas en las numerosas e improductivas secuencias lésbicas, no serían tan injustificadas si no fuera porque se trata de una cinta que costó alrededor de 40 millones de dólares y por la cual su guionista, Joe Eszterhas (el mismo que escribió Bajos instintos) recibió la no despreciable suma de dos millones de dólares. Una cifra escandalosa si se tiene en cuenta que es el guión el que no deja arrancar a la película. Sencillamente Showgirls no posee historia, y sin ella ni siquiera los hermosos cuerpos de las bailarinas son capaces de sacar al público del sopor. Sin duda, una de las cintas más aburridas de la temporada.