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Sin la papa en la boca

Las últimas producciones colombianas de ficción han requerido el trabajo de profesores de voz para que a los actores se les entienda en otros lugares de habla hispana.

23 de mayo de 2004

Por generaciones los colombianos se han jactado de hablar el mejor castellano del mundo y de tener un acento neutro que se entiende en todas partes.

Sin embargo, en varias de las últimas telenovelas realizadas en el país -Pasión de gavilanes, Como Pedro por su casa, Mesa para tres- se ha contado con la asesoría de profesores de voz que buscan la neutralidad de los acentos de los actores. "Se trata principalmente de corregir la expresión verbal de los actores, reforzando la colocación de consonantes en los casos en que la vocalización regional lo requiera, procurando que dicha expresión verbal sea inteligible para la mayor cantidad de escuchas hispanos", explica Alfonso Cárcamo, asesor vocal de Pasión de gavilanes de RTI.

Aunque existe el estigma de que se les está enseñando a "hablar mexicano", en realidad el trabajo de asesoría vocal apoya a los actores desde su formación vocal; localizando los puntos de respiración, acentuando las palabras que podrían ser más importantes en el contexto se logra pulir o detallar su interpretación de los parlamentos.

Estos profesores han encontrado que los paisas convierten las 's' en 'sh', los rolos se desbocan en su velocidad de habla, los costeños por una tonicidad vocal exacerbada omiten cualquier cantidad de consonantes, muchos omiten la 'd' (cansao) y la 'j' se vuelve más suave. La acogida del trabajo ha sido mucho mayor en los actores veteranos. "Los actores jóvenes han aceptado la asesoría con mayores reservas porque sienten que se atenta directamente contra su identidad nacional", dice Cárcamo.

El reto de enseñar a hablar claramente no tiene que ver con la nacionalidad, sino con la formación actoral. Habría que partir de que no existe la neutralidad absoluta. Cada región, de cada país, de cada estrato social posee un acento particular. "La conclusión es que no hay un lugar donde se hable un mejor español. Eso tiene que ver con cada persona, su cultura y su entorno", dice Alejandra Marín, asesora vocal de Mesa para tres. Coincide en que es tan difícil corregir a un gomelo rolo como a un "niño fresa del DF".

La idea del trabajo de neutralización va de la mano del objetivo de internacionalizar ciertos productos de la televisión, pero no es un trabajo obligado para todos los proyectos. Por ejemplo si a Pedro el escamoso o a Café con aroma de mujer les hubieran puesto esta neutralidad, hubieran perdido uno de sus valores intrínsecos, que fue precisamente su identidad nacional. En cambio Pasión de gavilanes lo requiere porque busca no tener ubicación geográfica .

No es que el actor colombiano tenga problemas para hablar, sino que en el ámbito internacional el público hispano está más acostumbrado a un tipo de acento que a otro. En este caso los de México y Venezuela, que han acaparado la telenovela por décadas. Se trata de lograr un producto colombiano, pero de exportación, sin que las producciones pierdan su esencia nacional, su sello propio.