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E N T R E V I S T A

'Soy un gitano que viaja en jet'

El 17 y 18 de este mes Joaquín Cortés presentará en Colombia su nuevo espectáculo ‘Soul’ en el Palacio de los Deportes de Bogotá. Desde Madrid el bailarín atendió a SEMANA.

11 de diciembre de 2000

Joaquín Cortes consiguió el milagro de internacionalizar el flamenco a tal punto que llega a Colombia luego de una gira por la China. Atendió esta entrevista desde Madrid cuando apenas regresaba de Milán, a donde llevará su espectáculo este fin de año. Contrario a lo que se piensa, dada su condición de estrella internacional de la danza, es cálido, amable y muy directo. Contesta con rapidez, con seguridad y sin titubeos.

SEMANA: ¿El público que vio hace tres años ‘Pasión gitana’ qué encuentra en ‘Soul’, su nuevo espectáculo?

Joaquín Cortes: Existe una línea de continuidad y también muchas diferencias entre las dos propuestas, entre una y otra median casi cinco años. En Pasión gitana ya estaba presente la fusión pero en Soul es mucho más fuerte, de eso se encargan en buena parte los músicos que están en el escenario.

SEMANA: Incluso hay una aproximación al mundo de lo clásico...

J.C.: Y más. Me parece que la palabra es mestizaje. Sí, hay fusión, eso es evidente, pero también mucho de mestizaje, la presencia de música de muchas partes del mundo tiene una presencia muy fuerte.

SEMANA: ¿Es la rúbrica de su estilo? Porque en el baile, al lado del flamenco, se evidencia una influencia de la danza académica.

J.C.: Claro, porque es posible y ya lo he demostrado, pero siempre trato de que haya una unidad en el concepto y en el estilo de la propuesta.

SEMANA: Usted fue bailarín clásico del Ballet Nacional de España. ¿La técnica clásica está en su disciplina y en la de su compañía de flamenco?

J.C.: Sí, porque lo clásico da una enorme seguridad, ahí está la base de todo. En cierto sentido la raíz de todo el baile está en la fortaleza y el rigor que aporta la técnica académica.

SEMANA: Parece que lo propio ocurre con sus coreografías, que también respetan ciertos códigos.

J.C.: Yo no diría eso. Sí, efectivamente, en ciertos momentos hay marcaciones muy exactas, de mucho rigor y que exigen absoluta precisión por parte del cuerpo de baile, pero también hay un ritmo coreográfico pues todo alterna con escenas de improvisación...

SEMANA: ¿Improvisación? ¿Auténtica improvisación?

J.C.: Sí, en la coreografía hay mucha improvisación, yo mismo no sé qué puede ocurrir cada noche con mi baile. Eso en buena medida depende de cómo me sienta en ese momento.

SEMANA: ‘Pasión gitana’ estuvo de gira prácticamente durante cinco años, y quizá lo mismo ocurra con ‘Soul’, que ya lleva un año recorriendo el mundo. ¿En la improvisación está el secreto para no caer en la rutina?

J.C.: No sólo depende de eso. El espectáculo es un ser vivo, que evoluciona, sufre cambios, le nacen nuevas partes. Hoy mismo escenas que formaron parte de la propuesta inicial han desaparecido, como el homenaje a la corrida de toros, que ya no va más...

SEMANA: Todo transcurre como una suite...

J.C.: Prefiero decir mejor que es un musical. En realidad es una serie de homenajes: al soul, al gospel, abre con lo clásico y más adelante se llega a un guaguancó, es mi homenaje a La Habana vieja con sus ritmos fabulosos, que me encantan. Al final todo regresa a España, una España luminosa, de esperanza, hasta el vestuario de Armani, en esta parte final, es así... blanco y hay mucha luz...

SEMANA: A propósito de luz y esperanza... algunos artistas cancelan sus presentaciones en Colombia, usted sabe, por razones de seguridad, ese no es su caso...

J.C.: Es que antes que nada yo soy un gitano, un ciudadano del mundo, y los gitanos vamos por todas partes, no hacemos discriminaciones. Yo no tengo prejuicios. Lo que pasa es que soy un gitano moderno y no me desplazo en un carromato... ¡lo hago en jet!