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SUBVERSION Y ACCION MILITAR

Sobre estos dos ejes temáticos gira el ultimo libro del Gral. Landazábal.

14 de marzo de 1983

General Fernando Landazábal Reyes, Conflicto Social Medellín: Editorial Bedout, 1982, 510 páginas.
El anuncio del lanzamiento del nuevo libro del general Landazábal generó gran expectativa, ya que coincidió con su ascenso al ministerio de Defensa y, al mismo tiempo, con su creciente fama de hombre culto y pensante; además, aún estaba presente en la opinión pública el revuelo que causó durante la administración Turbay Ayala, debido a los editoriales aparecidos en la Revista del Ejército en enero de 1981 (La Eficacia de un Ejército) y en enero de 1982 (Una Educación para la Paz), llegando hasta acusársele de quebrantar la norma de no deliberancia imperante entre los militares en cuestiones políticas; pero en forma contraria a lo que pasó a otros generales que se atrevieron a opinar durante el Frente Nacional, el General no fue llamado a calificar servicios. Por todo esto, una exposición sistemática, de fecha reciente, acerca del problema social y de la lucha subversiva en el país llamaba la atención de políticos, analistas sociales y público en general.
No habiamos comenzado el libro cuando percibimos el sabor de un texto conocido; confrontamos el texto con sus libros anteriores y con algunos articulos publicados en revistas militares, y nos encontramos, no sin cierta alarma, que tanto el libro publicado hace dos años, La Subversión y el Conflicto Social (Bogotá: Ed. Tercer Mundo, 1980), como otro más antiguo, Estrategia de la Subversión y su Desarrollo en América Latina (Bogotá: Ed. PAX, 1969), al igual que los articulos "La Generacion de la Violencia" (Revista del Ejército, No.53, 1976), "Análisis de la Definición de la Guerra" (Revista del Ejército No. 59, 1977), "El Estado actual de la Subversión" (Revista del Ejército No. 50, 1973) y "Diagnóstico de la Inconformidad" (Revista del Ejército, No. 54, 1976), todos formaban parte del nuevo libro. En síntesis, veinticinco (25) de los cuarenta y nueve capítulos (49), y doscientas ochenta y dos (282) de las quinientas diez (510) páginas de la nueva obra correspondían a trabajos publicados anteriormente y, lo peor, sin hacer mención de ello.
Iniciamos la lectura de la parte que desconocíamos del libro, esperando encontrar elementos que nos ayudaran a entender la compleja situación de orden público que vive el país. Tristemente, el análisis que realiza de la guerrilla el general Landazábal corresponde a hechos que llegan hasta 1967. ¿Cuántas cosas no han sucedido desde esa época? ¿Por qué no se actualiza el análisis? Consideramos que han ocurrido hechos que merecen mención e intentos de comprensión en aras de una solución; la toma de la Embajada de Rep. Dominicana y el robo de armas del Canton Norte son sólo dos de estos ejemplos. Por otra parte, el general sigue presentando los mismos postulados que ya defendía en 1969.
Analizando el contenido global del libro podemos encontrar que este se estructura en torno a dos ejes temáticos: por un lado, los temas que se refieren a un análisis de la sociedad, buscando desentrañar las causas últimas de la subversión; por otro, los que se refieren a la temática de la acción armada y militar, ya sea de las Fuerzas Armadas, ya sea de los diversos grupos guerrilleros.
En cuanto al primer punto, el general Landazábal anota que la subversión (causas internas) crea una situación de inconformidad debido a las desventajas sociales que genera, situación desventajosa que es explotada por el comunismo a su favor para conducir a los países occidentales a su área de influencia, y cuya estrategia a corto plazo es conducir al pais al "punto de no retorno" (concepto acuñado por el General para significar el comienzo del derrumbamiento del régimen existente). Existe un problema en este análisis social por el simplismo con que son definidas las doctrinas políticas que están subyacentes al enfrentamiento que según el general Landazábal, son el individualismo y el colectivismo.
En cuanto a la temática de la acción militar, el análisis se centra en la necesidad de actualización que tienen las Fuerzas Armadas para responder al reto que significa la lucha guerrillera, ya que ésta difiere de la concepción clásica.de la guerra (de agresión directa). Es así como las Fuerzas Armadas oscilan entre dos tipos de guerras: la revolucionaria y la clásica; esto se refleja en el Plan de acción que se hizo público al asumir el general Landazábal el Ministerio (cfr. El Tiempo, agosto 2282, pág. 14-A).
Podemos finalizar mirando cómo la política formulada por el ministro de Defensa para las Fuerzas Armadas política en la cual se da un gran énfasis a un tipo de acción cívico-militar, es algo que se desprende de no atribuir sólo un remedio militar al problema de la subversión: "La guerrilla será, pues, derrotada en todos los países en que los planes antiguerrilleros presenten soluciones de tipo social, político económico, psicológico y militar" (pág. 105). De todas formas, y como para no llevarnos a engaños, es bueno recordar que dentro del Ejército han existido comandantes que han dado un mayor énfasis a este tipo de política desarrollista, como panacea de la solución al problema. Por otra parte, esta política fue expresión de la "revolución estratégica" vivida por los ejércitos latinoamericanos en la década de los años sesenta, mediante la cual se pasó de una concepción clásica en el papel de los militares a una concepción anticomunista y de defensa del orden interno. Dentro de esta nueva concepción, la política civico-militar no niega ni contradice aquella que da un mayor énfasis al accionar meramente militar y represivo. Por eso, como ya se ha hecho manifiesto en el presente gobierno, el hecho de aprobar la Ley de Amnistía no garantiza que esta se haga efectiva y que la paz, como quisiera el presidente Betancur, se haga una realidad concreta. Para los militares, el constatar que los caminos del diálogo y del consenso no funcionan, ha de llevarlos necesariamente, después de un prudente margen de espera, a retomar con más fuerza el accionar contrarrevolucionario, que por otra parte, es algo que en ningún momento de este gobierno ha dejado de operar.